Entre los temas tratados ayer por la Comisión figuraron la reelección de diputados y alcaldes, el transfuguismo, la paridad de hombres, mujeres e indígenas en los cargos de elección popular, la campaña anticipada y la contratación y financiamiento de espacios y tiempos en los medios de comunicación.
En la discusión de este último punto terminó el análisis, y continuará este martes.
El voto de la discordia
Donde mayor polémica hubo fue en el debate del voto nulo, ya que el TSE propone que sea vinculante, es decir, si el 51 por ciento de las personas que acudieron a las urnas rechazan a los candidatos, las elecciones deben repetirse con nuevas propuestas, e incluso nuevas fechas, con base en los plazos que permitan asumir a los nuevos funcionarios el 14 de enero del año que corresponda.
“Es una aberración, una graciosa ocurrencia que solo va a buscar la confrontación del país”, alegó Mario Taracena, legislador de la Unidad Nacional de la Esperanza, quien aseguró que la iniciativa está mal planteada y que no se les puede quitar el derecho a los candidatos a participar.
Agregó que los partidos políticos tendrían que repetir las asambleas, lo que generaría más costos, y que la población podría quedar resentida si un candidato obtiene un gran apoyo pero gana el voto nulo y se debe repetir.
“Se les olvida cómo queda el país después de las elecciones; siempre hay muchos lastimados”, justificó el congresista.
Curiosamente, se reflejó que dentro de la UNE habría una disputa sobre la propuesta, ya que Carlos Barreda defendió la idea, y dijo que era difícil alcanzar el 51 por ciento de los votos. “En la era democrática, ningún candidato ha alcanzado ese porcentaje. Creo que el más alto ha sido Alfonso Portillo, y obtuvo el 48 por ciento de los sufragios”, afirmó el congresista.
Debido a las diferencias que se plantearon en la Comisión, los diputados decidieron que sea en el pleno donde se haga la discusión. “Que sea allí donde se defina si pasa”, manifestó Roberto Alejos, de Todos.
Lo mismo ocurrió con los artículos relacionados con la reelección, el transfuguismo y las cuotas equitativas de candidatos a puestos de elección: los congresistas presentes optaron por que sea el pleno el que tenga la última palabra.
“A nosotros solo nos dieron ocho días para discutir y entregar el dictamen, es decir que mañana —hoy— tenemos que entregar el borrador a corrección de estilo, para que el miércoles se establezca redacción. Por eso se trabajó durante todo el fin de semana, pues la idea es que el jueves pase en primera lectura”, explicó Alejos.
Para lograr ese trámite deberán estar presentes en el pleno al menos 105 diputados, que no votarán, sino solo escucharán la propuesta. El problema para algunos congresistas es la ausencia de los legisladores de Libertad Democrática Renovada (Lider), que no han llegado a las reuniones y se prevé que no asistan a la sesión extraordinaria.
El pastel de la pauta
Aunque los diputados lograron ponerse de acuerdo para comprar un pastel y con él festejar el cumpleaños de la presidenta de la Comisión de Asuntos Electorales, Mirma Figueroa de Coro, no lograron armonizar la discusión sobre la distribución de espacios y tiempos en los medios de comunicación, por lo que decidieron suspender la reunión y continuar hoy.
La discusión se centró en una propuesta de la UNE que busca que durante las elecciones el 0.025 por ciento de los ingresos ordinarios del Estado sirvan para pagar la propaganda de los partidos y que los medios de comunicación cobren el 10 por ciento de la tarifa normal, lo que podría ser una injerencia ilegal.