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Berganza opina que el discurso tuvo muy buen contenido y además fue dicho con energía, con seguridad, incluso con alegría. “En términos retóricos, es lo que se espera de un discurso de toma de posición porque fija las líneas generales del gobierno y además lo hace en el tono adecuado”.
José Alfredo Calderón, analista e historiador político, dice que la arenga fue emotiva, como suelen ser todos sus discursos, apelando más a las emociones de la gente y no a las capacidades cognitivas. Las generalidades estuvieron a la orden de la noche pues prácticamente no dejó tema a tocar, sin concretar –por supuesto– cómo se hará.
En su inicio remarcó que el gran protagonista es el pueblo de Guatemala que lo eligió, y quienes harán historia. “Seré el primer servidor de la nación, mediante esfuerzo, trabajo y dedicación”. Luego, agradeció a Dios, normal en una persona cuyos lemas de “los buenos somos más” y Dios bendiga a Guatemala, son muy comunes.
¿Y si nos juntamos?
Calderón dice que el nuevo presidente increpó a las emociones de la audiencia presente y la televisada, cuando preguntó con fuerza: “¿Y si nos juntamos y dejamos de pelearnos? ¿Si en lugar de mirar hacia atrás, miramos hacia adelante? ¿Y si mejor nos vemos como guatemaltecos todos, antes que pertenecientes a grupos? Finaliza la arenga con “Caminemos juntos todos los grupos por nuestra querida Guatemala”.
En la parte media del discurso empezó a definir prioridades, como la certeza jurídica y la protección de la inversión”. Luego animó al auditorio al declararle la guerra a las maras e informa de la primera iniciativa de ley al Congreso, para declarar terroristas a los mareros y combatirlos sin cuartel.
En este punto, según Calderón, acusa cierta contradicción, pues habla de combatir las causas estructurales, de dar oportunidades a los jóvenes y de crear un voluntariado social para ellos, “…ya que los jóvenes con proyectos no delinquen”.
De acuerdo con Calderón una parte recurrente fue la importancia de este tema, común a casi todos los candidatos y presidentes recién electos. “La Reforma Educativa inicia aquí y ahora” dijo. Apostemos a la Educación como el motor de la sociedad”.
La desnutrición crónica
Luego se puso más emotivo aún, al hablar de la desnutrición crónica, el primer objetivo fundamental de su gobierno según indicó. “Cuando pienso en Guatemala, pienso en una niña desvalida que no tiene que comer y se muere esperando ayuda”.
Una de las frases más contundentes fue: “La desnutrición es el gran fracaso de nuestro país.” Condenamos a la muerte a nuestra niñez. Este será el problema principal en el que se enfocará los 4 años, anunciado la Cruzada Nacional por la Desnutrición y la creación del Fondo contra el Hambre y la Desnutrición.
También mencionó que las mujeres serán escuchadas, atendidas y protegidas y combatirá la violencia intrafamiliar. Lo mismo sucederá con el asunto indígena: “serán respetados en sus derechos” y reconoció la deuda y la marginación de la que son víctimas.
En cuanto a los migrantes, Giammattei dijo que serán ayudados porque son el motor de la economía nacional, tal como lo demuestran las estadísticas, su mención fue marginal y pobre, quizá para no damnificar el discurso empresarial de que ellos son el motor del desarrollo en el país, analiza Calderón.
También empleó su condición de discapacidad para indicar: “Yo soy uno de ustedes y se las dificultades por las que pasamos, pero también se la capacidad que tenemos de salir adelante” (de allí la alusión inicial al presidente Lenin Moreno de Ecuador).
Se les acabó la fiesta
Luego arremetió contra los corruptos y les dijo: “Se les acabó la fiesta. Combatiré las sobrevaloraciones, contrabando, defraudación aduanera y anunció la creación de la Comisión Presidencial contra la Corrupción e indicó que el combate frontal y decidido contra la corrupción es el segundo gran objetivo de su gobierno (junto a la desnutrición).
Giammattei, dice Calderón, aludió la importancia del estado de Derecho y reformas legales para lograrlo. Mencionó las 3 iniciativas principales: La desaparición de la SAAS (sin reparar que se estarían violando los Acuerdos de Paz); la declaratoria de terroristas para los mareros, lo que contradice los principios de la seguridad democrática y la Regulación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque con la rara alusión a una potencia mano libre “si ustedes nos defienden, el Estado los defenderá”.