El pasado domingo, a las 16 horas, convergieron allí los obispos de las Diócesis de San Marcos, por Guatemala, y Tapachula, por México, poco después de que dos indocumentados vestidos de José y María recibieran la posada simbólica por los mexicanos.
Monseñor Alvaro Ramazzini, obispo de la Diócesis de San Marcos, y el padre Ademar Barilli, director de la Casa del Migrante, en Tecún Umán, también estuvieron al frente de la caminata.
Indocumentados de varias nacionalidades alojados en la referida Casa participaron en la posada y portaron pabellones e insignias patrias de los países de Latinoamérica. De igual manera, lo hicieron sectores locales de la sociedad civil.
También se denunció la creciente militarización en el tratamiento de los procesos migratorios, incremento de actos de corrupción, extorsión y limitaciones a la libertad de locomoción para los migrantes que deambulan por esa región.