El informe menciona que la lucha contra la desigualdad en materia de desarrollo humano es clave para impulsar el progreso humano, ya que la región de América Latina y el Caribe tiene el mayor índice de desigualdad de ingresos y su valor de IDH disminuye un 23.7 por ciento cuando es ajustado por la desigualdad de ingresos (IDHD).
En el caso de Guatemala, la pérdida de desarrollo humano atribuible a las desigualdades sobrepasa a la región con un 29.4 por ciento.
Gustavo Arriola, coordinador del Informe Nacional de Desarrollo Humano de Naciones Unidad, destacó que el crecimiento del producto interno bruto del país muestra diferencia respecto de los indicadores que mide el informe, los cuales son esperanza de vida al nacer, los indicadores de escolaridad de adultos mayores de 25 años y la esperanza educativo, así como el ingreso nacional bruto.
Julliand señala que en la región hay 19 millones de desempleados, pero en Guatemala el problema es la informalifad pic.twitter.com/7y3ljn6ta5
— Geldi Muñoz (@GeldiMunoz_PL) diciembre 15, 2015
El informe
El documento titulado Trabajo al servicio del desarrollo humano, promueve la sostenibilidad y trabajo equitativo y decente para todos, por ello alienta a los gobiernos a que tenga en cuenta los nuevos tipos de trabajo, como el de cuidados no remunerado, el voluntariado y el creativo.
Durante la presentación del Informe sobre Desarrollo Humano 2015, Valérie Julliand, represente residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), señaló que aunque el informe marca las tendencias globales, las cifras del país mencionan que el 70 por ciento de la población trabaja en la informalidad. Lo cual significa que no tiene seguro social, ni estabilidad, ni dignidad, porque muchas veces también la informalidad va con el hecho de no tener un trabajo decente.
Asimismo destacó las desigualdades de género que se hacen evidentes, como el hecho de que las mujeres desempeñan tres de cada cuatro horas de trabajo no pagado en todo el mundo, o que las mujeres reciben menor remuneración que los hombres por el mismo trabajo.
Así como que el 95 por ciento de personas con alguna discapacidad no tienen empleo, pero no porque no puedan hacer alguna actividad productiva, sino porque hay exclusión.
Julliand resaltó la necesidad de revisar el modelo económico del país, ya que este ha mostrado un crecimiento de 4 por ciento anual, pero no se evidencia en el desarrollo de los guatemaltecos.