Agregó que esto es algo que no se puede adquirir en los árboles artificiales que se venden en las tiendas, por lo que se incrementa la demanda para Navidad, lo que ha perjudicado la sobrevivencia de esta planta, debido a depredadores.
“Cortan las ramillas y las pegan con grapas en troncos para hacer árboles pequeños, pues los verdaderos miden hasta 40 metros de altura. También hacen coronas”, manifestó Osorio.
El funcionario explicó que no solo la tala de árboles ha colocado al pinabete en la lista de plantas en riesgo de extinción, sino el hecho de que produce semillas entre noviembre y enero, y germina en los conos que están ubicados en las ramas.
“Cuando las personas cortan las ramas, los conos están en proceso de maduración y se quedan en el suelo, pero ya no alcanzan a madurar. Prácticamente se le está eliminando la capacidad de reproducirse”, refirió.
Protegen especie
Para reducir el riesgo de extinción, el Inab y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) promueven el cuidado de los bosques naturales y plantaciones privadas de pinabete.
Para los depredadores, la ley prevé condenas de cinco a 10 años de prisión, e impone multas que oscilan entre Q10 mil y Q20 mil.
Los propietarios de fincas reciben del Inab y Conap, marchamos para que comercialicen parte del pinabete que cultivan para que la población pueda cumplir con la tradición de decorar sus casas con un árbol durante la Navidad.
Sin embargo, la depredación de pinabete continúa, por ello el Inab y Conap recomiendan a la población adquirir solo pinabetes con marchamo, el cual puede ser adquirido en las ferias forestales navideñas como las establecidas en el mercado de artesanías de la capital; Centro Comercial Pradera, Huehuetenango.