Desde el portal del palacio y desde los corredores del mismo, la muchedumbre, animada por Dolores Bedoya, esposa del Doctor Pedro Molina, aplaudía y vitoreaba al oírse un voto a favor de la independencia y abucheaba a quien se oponía a la misma.
Con el único voto claramente contrario del Arzobispo Metropolitano, Dr. y Maestro Don Fray Ramón Casaus y Torres, dominico aragonés, la independencia fue aprobada y se redactó el acta respectiva (siguiendo el modelo previamente preparado en la casa del Marqués de Aycinena). El encargado de la redacción del documento fue el Licenciado José Cecilio del Valle, auditor de guerra.
Aunque Manuel Montúfar y Coronado afirma (en sus Memorias de Jalapa) que el acta fue suscrita con posterioridad en la casa de Rodríguez de Taboada (hoy Liceo Francés, donde se alojaba Gaínza), no lo considero probable, pues la situación era apremiante y no admitía demoras.
Ahora veremos quiénes fueron los próceres que suscribieron el acta de la independencia hace 200 años.