Los diversos diseños arquitectónicos de sus edificios relatan a los visitantes la cultura y el forjamiento de la identidad de Xelajú, la cual se enriquece con el traje típico de sus mujeres.
Por la noche, la historia cobra su matices diferentes. Recorridos por las tumbas majestuosas en el Cementerio General se organizan durante las noches de luna llena.
Como toda urbe, Xela también ofrece vida nocturna moderna, con discotecas y otros sitios de distracción.
A quien no le gusta la vida urbana, el alejarse de la ciudad de Quetzaltenango le permite disfrutar de caminatas y ascensos a los volcanes Santa María, Laguna de Chicabal, el Mirador Santiaguito y Cerro Quemado. También hay balnearios naturales, como Aguas Amargas y Las Fuentes Georginas.
Opciones
Claudia Alvarado, asesora de ventas de la empresa de turismo Adrenalina Tours, comentó que esa entidad ofrece 35 diferentes recorridos en la ciudad altense y municipios aledaños.
Silvia Scheel, de la oficina de turismo de la Municipalidad de Quetzaltenango, refirió que aunque no hay cifras específicas, se calcula que solo a Xelajú, para Semana Santa, llegan 50 mil visitantes; un número similar arriba en septiembre para la Feria Centroamericana de la Independencia.
Algunos consideran que a Quetzaltenango llegan más de 200 mil visitantes al año. El 70 por ciento de ellos, turistas nacionales, y el resto, provenientes de Centroamérica, EE. UU. y Europa.
José Manuel del Busto, presidente de la Cámara de Turismo (Camtur), considera que, con sus respectivas diferencias, Quetzaltenango puede competir como destino con Antigua Guatemala, Panajachel y Tikal.
Agregó que la experiencia de visitar el departamento es única.
Marisol Chávez, asesora del Comité de Autogestión Turística, manifestó que los sectores de esta rama en Quetzaltenango se han reorganizado y ofrecen un mejor servicio al visitante.
