Zulma Calderón, supervisora de hospitales de la Procuraduría de los Derechos Humanos, señaló que de acuerdo con un monitoreo efectuado en 16 hospitales, en febrero y marzo últimos, se estableció que ningún hospital supera el 65% de abastecimiento de medicamentos y aseguró que si las autoridades correspondientes no toman acciones claras, la red hospitalaria quedará desabastecida antes de medio año.
“Lejos de solventar los problemas, ahora la crisis es más aguda. Encontramos muchas debilidades; quizá es una situación tan repetitiva pero se da por falta de acciones de parte de las autoridades. Los esfuerzos deben ir más allá de las donaciones”, argumentó Calderón.
“El Estado de Guatemala nunca ha tenido la salud entre sus prioridades, pero hace cuatro años llegó al pico más alto de abandono”, lamentó.
Precariedad
En los Hospitales Regionales de Huehuetenango y Quetzaltenango se refleja hacinamiento, falta de medicamentos y material quirúrgico, así como desperfectos en equipos médicos, según sindicalistas.
Aury Juárez, secretaria del Sindicato de Trabajadores de Salud en Huehuetenango, afirmó que la crisis persiste y que los pacientes compran sus medicamentos. “Los pacientes llegan en busca de alivio; sin embargo, se topan con el colapso de los servicios”, expresó.
Édgar Guzmán, subdirector del Hospital Regional de Huehuetenango, comentó que la demanda de pacientes ha superado la capacidad para la que fue diseñado el edificio.
En el Hospital Regional de Occidente (HRO), en Xelajú, el hacinamiento no permite que varios pacientes sean internados y deben permanecer en la sala de urgencias.
El 23 de marzo último, Carlos Aceituno, de 74 años, fue arrollado en la zona 3 de Xela, y su estado de salud es grave debido a la falta de insumos en el referido nosocomio; sin embargo, Giovanni Ortega, director del HRO, informó que en materiales quirúrgicos están abastecidos en 70%, y en medicina, en 58%.
Dilema
En el Hospital Nacional de Retalhuleu, las autoridades de Salud se declararon en crisis y temen cerrar la consulta externa y sala de urgencias.
Rolando Morales, director de ese centro asistencial, comentó que solo cuentan con Q63 mil para concluir el año, y que no hay material quirúrgico como guantes, gasas y jeringas.
En Quiché, pese a que el presidente Morales aseguró durante su visita al hospital nacional, el 15 de abril último, que su gobierno dará prioridad a la salud, ese centro asistencial podría colapsar a mediados de año por la falta de medicamentos, a pesar de que cuentan con 75% de abastecimiento.
Salomón Delgado, director de ese hospital, indicó que para evitar la crisis solicitaron al Ministerio de Salud la ampliación presupuestaria de Q16 millones.
En el nosocomio de Jalapa también se habla de crisis. Cecilia Aguirre, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), indicó que han efectuado monitoreos en el hospital y puestos de Salud.
“No hay ningún avance, todo sigue igual o peor de lo que nos dejó el anterior gobierno”, señaló Amílcar Alay, secretario General del Sindicato de Trabajadores de Salud en Jalapa.
El Hospital Regional de Cuilapa, Santa Rosa está abastecido en 64% de medicamentos y en 84% en material médico quirúrgico. Ese centro asistencial tiene un presupuesto de Q85 millones al año, del cual Q50 millones son para pagos de salarios, Q18 millones para solventar deudas y Q17 millones para funcionamiento, pero las autoridades consideran que esos fondos solo alcanzarán para finales de mes.
Sin cambios
Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, manifestó que con la llegada del nuevo gobierno no ha habido cambios estructurales para paliar la crisis, y culpó del “colapso” en el sistema de Salud a las empresas proveedoras de medicamentos e insumos, implicadas en “prácticas de corrupción”, y a los sindicalistas, por los “intereses” que defienden con los pactos colectivos.
“En las tres últimas administraciones de gobierno se ha cedido el presupuesto del Ministerio de Salud a proveedores que venden medicamento cuando quieren y lo que quieren; y los intereses de los sindicalistas son dos actores que han llevado al colapso al sistema de Salud”, añadió Marroquín.
“Los hospitales están desabastecidos porque el presupuesto no alcanza para sostener tanta mafia. Si no se rompe con esos dos actores, no habrá solución y veríamos a más gente morir en las entradas de los hospitales”, resaltó el analista.
Nineth Montenegro, diputada de Encuentro por Guatemala, considera que la crisis ya es un problema “sistemático”, para el que ningún gobierno ha implementado un plan estratégico para solventarlo.
“No es un problema de ahora, ni es causado por la crisis que se vive en la coyuntura; es un mal que lleva más de una década y que los gobernantes han querido pretextar con que el problema se debe a la Ley de Compras y Contrataciones”, argumentó.
La diputada agregó: “Lo que veo es corrupción, mala administración y falta de planeación. Es un problema serio que no se ha querido ver. Hay mucho personal que ha parado en la sindicalización y no llega a sus labores, y otros que fueron contratados por recomendaciones y no por capacidad, por lo que hacemos una investigación en todo el país”.
Montenegro refirió que el 90% del dinero que reciben los hospitales es utilizado para pagar salarios, el 2% para compra de medicamentos y el 0.64% para alimentos.
Con información de: Mike Castillo, Óscar Figueroa, Jorge Tizol, María José Longo, Hugo Oliva y Oswaldo Cardona