¿Qué acciones han emprendido durante estos ocho meses?
Lo primordial fue promover la implementación de la base de datos, sobre todo en la Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT), así como la base general del MP, donde se obtiene información de los móviles reportados como robados. Esto facilita la petición de aprehensión, luego de una investigación.
¿Quiénes tienen acceso a esa base?
Las telefonías móviles, la SIT y el MP, pero es por medio de denuncias que se tiene la información. La persona afectada llama a la telefonía que le presta el servicio y esta se encarga de verificar los datos y de desactivar el número de Imei —identificador del aparato— para que el móvil ya no funcione.
¿Cuántos números telefónicos tiene la base, cómo funciona?
La unidad se ha alimentado con alrededor de dos millones de números. Las telefonías tienen un sistema que automáticamente avisa que el móvil está reportado como robado.
¿Cuándo iniciaron las pesquisas?
Partimos de la fecha del convenio, que fue en abril. Se empieza a trabajar con la base de datos, ya que hay una gran cantidad de celulares reportados como robados de tiempo anterior, que no aparecerán en la base.
¿Hacia dónde se dirigen los esfuerzos de la unidad?
Lo que buscamos son los mercados criminales, centros de flasheos y desarticular las bandas —asaltantes, coordinadores y vendedores, entre otros—, que se dedican a robar celulares.
¿Cómo operan las bandas?
El problema empieza cuando las personas compran celulares usados. Las bandas organizadas dependen de sus compradores. Si alguien llega a solicitar un BlackBerry, por ejemplo, y no hay en existencia, coordinan con la banda para conseguirlo.
¿Cómo se coordinan?
Estos grupos están estructurados y planean con la gente que hace trabajo de campo, a quienes especifican el celular que necesitan. Algunos se movilizan en centros comerciales para ubicar a sus víctimas.
Al detectar el aparato requerido se comunican con quienes se trasladan en moto y les indican la persona que deberán asaltar.
¿Dónde ocurren los robos?
Tenemos un grupo de investigadores que trabaja en centros de incidencia de robos. Todo mundo sabe dónde ocurren los hechos, pero nadie denuncia. Lo que hacemos, como autoridad para llegar a los centros exclusivos de mayor incidencia, es observar quiénes son los motoristas, cómo se movilizan, los identificamos y los seguimos para investigar y solicitar su captura.
¿Quéáreas son las más afectadas?
No es ningún secreto que es en la parada de los semáforos donde los móviles son robados y son trasladados a puntos de reventa. También se tienen celulares sustraídos fuera del país, en Honduras y El Salvador.
¿Esto a qué se debe?
A que son lugares donde hay más pedidos para exportar. Ya tenemos comunicación con fiscalías de esos países para hacer operativos simultáneos e intercambiar información. Es tiempo que estas bandas sepan que se les acabará el negocio.
¿Cuántos celulares han sido decomisados?
Desde que empezamos con la unidad hemos decomisado cerca de mil 500, los cuales se llevan al MP donde son revisados para verificar el chip y la batería, así como las llamadas recibidas y realizadas. Luego se verifica si están vinculados con hechos criminales.
¿Cuáles son los resultados de los últimos meses?
Hace dos semanas hicimos operativos en la 20 calle, zona 1, donde se capturó a 13 personas. Se efectuó la primera indagatoria y quedaron ligados a proceso por alteración fraudulenta de terminales móviles, delito regulado en la Ley.