fronteriza entre ambos países.
Esta petición obedece a la indignación de los habitantes de esa zona, principalmente de los familiares de tres campesinos (padre e hijos), asesinados a balazos por soldados beliceños el 21 de noviembre pasado, así como de Mario Enrique Reyes Velásquez y Alberto de la Cruz, también ultimados en esa zona.
La mayoría de campesinos que están atemorizados, vive en Santa Cruz y San Francisco Mollejón, jurisdicción de San Luis Petén, y esperan un informe de representantes del Gobierno guatemalteco y de la Organización de Estados Americanos.
?Ya estamos cansados y no confiamos en nadie; tenemos miedo de regresar a nuestra parcelita. Los soldados beliceños que patrullan por esos rumbos amenazaron con regresar, por lo que estamos viviendo en la casa de uno de mis hijos. No tenemos comida ni dinero?, dijo Margarita Hichos, esposa y madre de dos de las víctimas.
Piensan defenderse
Es lógico que los campesinos estén pensando en defenderse, pues tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe, expresó Salvador Cotzal, párroco de Poptún, Petén, quien aboga por los campesinos de esa región.