La ciudad más radioactiva del mundo, que nunca creíste que existía
Fue el lugar de nacimiento de la primera bomba atómica rusa y se colonizó con miles de ciudadanos que trabajaban en Mayak, el complejo
Fue el lugar de nacimiento de la primera bomba atómica rusa y se colonizó con miles de ciudadanos que trabajaban en Mayak, el complejo nuclear donde fue creada esta arma letal.
Ozersk se fundó en 1945, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Hasta 1994, nunca había aparecido en un mapa.
Sus habitantes nunca habían pisado la tierra que se extiende tras las vallas.
Cuando se investiga en busca de relatos sobre Ozersk, se tieene la gran impresión de que se busca una ciudad imaginaria, sacada de un libro de ciencia ficción. Pero Ozersk es tan real como las 80.000 personas que viven dentro de sus muros altísimos de alambre. Ellos aseguran que residen en la “zona” más contaminada y dañina del planeta.
Vivir en la ciudad cercada de Cheliabinsk tenía muchos beneficios.
A los residentes se les otorgó un nivel de vida con el que el resto de los soviéticos solo podían soñar. Trabajos mucho mejor pagados, casas de buena calidad y centros educativos excelentes parecían ser unos privilegios por los que cualquiera mataría. Pero los privilegios tenían un alto coste.
El precio era el aislamiento. Durante años, ningún habitante de Ciudad 40 pudo pisar el exterior.
Ningún familiar pudo venir de visita a la urbe. Toda la vida giraba en torno a un gran secreto, tu única función era protegerlo de los enemigos del exterior.
En 1957 se vino la tragedia, un contenedor radiactivo explotó condenando a los habitantes a vivir para siempre en uno de los lugares más contaminados del planeta.
Lo más impresionante de esto es que los habitantes no quieren irse a vivir a o reubicarse en otras áreas. No se van a pesar de que viven en una de las zonas más contaminadas de nuestro planeta.
A pesar de que los bebés nacen enfermos, padeciendo enfermedades fuera de lo común. Muchos de sus habitantes tienen desde el nacimiento algún tipo de cáncer, con el que tienen que vivir toda su vida.
Estos habitantes nacen, para morir, en la ciudad más radioactiva del mundo.
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