Hiperrealista, la última versión del asistente vocal de Google, que puede incluso hacer llamadas en lugar del usuario, se confunde tanto con un ser humano que a muchos les inspira un cierto temor.
En la presentación del nuevo asistente, el presidente de Google Sundar Pichai causó sensación provocando varios “¡Ooh!” de admiración, intercalados con algunos fruncidos de cejas de los miles de informáticos y de periodistas presentes en la conferencia anual de desarrolladores de California, la IO18.
Acababa de difundir una conversación entre el nuevo programa atiborrado de inteligencia artificial y una empleada de una peluquería, en la que el asistente vocal desplegaba tal realismo que, en un momento dado, hasta murmuraba “mmmhhh …mmmhhh” cuando su interlocutora le pedía que esperara un minuto mientras consultaba los horarios.
Seguía una conversación tan natural entre Google Assistant y la peluquera, que ésta no parecía darse cuenta de que estaba hablando con una máquina.
Según los responsables de Google, esta tecnología, bautizada como ‘Duplex’ permite al programa conversar de “forma natural”. Equipado en varios aparatos electrónicos, el asistente virtual puede además saber cuando es más conveniente responder rápidamente, como después que alguien dice “buenos días”, y cuando pausar como una persona haría antes de responder preguntas complejas.
Según el gigante tecnológico, el sistema es útil para los clientes, a quienes les hace ganar tiempo, y también para los negocios que no tienen un sitio internet, porque les permite dar citas por teléfono.
“El objetivo de nuestro asistente es ayudar a efectuar las tareas”, dijo Pichai. Y estas nuevas funcionalidades serán puestas a prueba los próximos meses, según el grupo de Mountain View.
La sorpresa inicial dio paso enseguida a un debate ético-moral sobre las redes sociales. Mientras algunos consideran que los interlocutores deben de ser informados de que están hablando a una máquina, otros se preguntan sobre la posibilidad de que estos robots tan persuasivos sean demasiado útiles para fines comerciales o políticos también.
“Google Duplex es la cosa más increíble y terrorífica de #IO18”, tuiteó Chris Messina, un diseñador de productos que trabajó en Google y reivindica la paternidad del hashtag en Twitter.
Se trata de un desarrollo importante y marca la necesidad urgente de poner a punto un control adecuado de las máquinas que pueden engañar a las personas haciéndose pasar por humanos, estima Kay Firth-Butterfield, encargada de “inteligencia artificial y aprendizaje de las máquinas” en el Centro para la Cuarta Revolución Industrial del Foro económico mundial.
“Estas máquinas podrían llamar de parte de partidos políticos y dar consignas de voto bastante convincentes”, señaló.
Otro interrogante: en caso de que, por ejemplo, un cliente no acuda a una cita y tenga que pagar una penalidad ¿Quién es el responsable del error?
En estos tiempos de inquietud sobre la confidencialidad de los datos de internet, algunos se inquietan también por los datos que pueden obtener los asistentes numéricos y quién tiene acceso a ellos.
“Creo que, en general los humanos están de acuerdo para hablar con máquinas con la condición de que lo sepan”, estimó Lauren Weinstein, especialista de confidencialidad en internet, en un foro de discusión dedicado a Duplex en el sitio de Google.
Entretanto en Twitter, muchos internautas se debaten sobre el hecho de si es contrario a los principios éticos no informar a un interlocutor de que esta hablando con una maquina.
Con información de: © Agence France-Presse“Si, al igual que yo, has crecido viendo ‘Star Trek’, sin duda ya te has planteado un futuro en el que uno conversa naturalmente con los ordenadores”, opina Andreas Schafer, investigador en informática en el foro Duplex.
“Y, bueno, parece que este futuro ha llegado”, concluye.