Si tienes una dieta saludable y haces ejercicio regularmente, pero no logras bajar de peso, empieza a darle más importancia a tus emociones y tu estado anímico. El estrés podría ser el responsable de que no consigas adelgazar.
El estrés y la dificultad para perder peso
Cuando estamos en una situación de peligro el cerebro libera la hormonacortisol. La nutricionista María Flávia Sgavioli explica que la llamada «hormona del estrés» es vital para nuestra supervivencia, ya que es la responsable de dejarnos en estado de alerta ante una amenaza.
El aumento de la inmunidad, la elevación de la resistencia al dolor y la acumulación de grasa corporal son algunas de las funciones protectoras que ejerce esta hormona.
Las reacciones causadas por el cortisol se centran fundamentalmente en la supervivencia del individuo, por eso produce almacenamiento de grasa, un tejido responsable de suministrar energía. En una situación de peligro, el cuerpo prefiere quemar músculos para obtener calorías, y de esa manera reservar grasa y prolongar la vida.
«El aumento excesivo de cortisol hace que aumente principalmente la grasa en la región abdominal, una de las más dañinas, ya que favorece a las enfermedades cardiovasculares», explica la nutricionista, y afirma que el estrés está directamente relacionado a la dificultad de perder peso.
El cortisol no debe ser considerado como algo negativo, ya que tiene un papel importante en la protección de la vida. «Es importante para el cuerpo. Si está en un nivel adecuado, ayuda a controlar del estrés, mejora la inmunidad, reduce la inflamación corporal, controla la hipertensión y el azúcar en la sangre», aclara María Flávia Sgavioli.
La solución es buscar alternativas para minimizar los momentos de estrés en el día a día, ser conscientes de su causa para tratar de evitarlo. Lo que hay que lograr es mantener un equilibrio hormonal para que el organismo funcione adecuadamente.