Cada minuto, cada uno de tus glóbulos rojos completa su viaje por todo el sistema circulatorio, llevando oxígeno a todas las células, desde tu cabeza hasta el dedo meñique del pie.
Y cada segundo tu cuerpo produce dos millones de glóbulos rojos -o eritrocitos- que reemplazan a los que ya murieron.
Es una de las 13 curiosidades sobre la sangre que la matemática Hannah Fry y el genetista Adam Rutherford compilaron para la BBC.
Acá van las demás:
Las células más abundantes de tu cuerpo son los glóbulos rojos. Se cree que hay unos 26 billones en los hombres y la cifra es algo menor en las mujeres.
Las plaquetas también son muy abundantes, aunque su número es mucho menor.
En total, casi el 90% de las células de tu cuerpo se encuentran en la sangre.
Discurren por una “autopista” viscosa, que son tus venas y arterias a una velocidad de unos 2 kilómetros por hora.
Tu cuerpo no puede desechar sin más los glóbulos rojos “viejos” porque en su interior tienen hierro, muy valioso para fabricar más eritrocitos para reemplazarlos.
En lugar de eso, unas células extraen el hierro y generan al mismo tiempo bilirrubina, que llega hasta el hígado. Este órgano la excreta en forma de bilis al sistema digestivo, donde después se transforma en una sustancia llamada urobilinógeno y luego se tiñe.
Los cuatro más conocidos son A, B, AB y O, pero hay muchos más.
De hecho, “sabemos que hay 34 sistemas con más de 300 variantes conocidas”, escribió para The Conversation Robert Flower, un catedrático de la Universidad de Sídney, en Australia, que trabaja para el Banco de Sangre de Cruz Roja.
“Todos ellos están clasificados por los ‘antígenos’, que se encuentran en la superficie de nuestros glóbulos rojos”.
“Los antígenos son moléculas (con mayor frecuencia proteínas, pero también carbohidratos) capaces de provocar que nuestro sistema inmunitario ataque”, añadió el especialista.
5. Pero los dos grupos principales de los que se hacen pruebas son el ABO y Rhesus positivo o negativo
La prueba de ABO muestra si la persona tiene uno de estos cuatro tipos de sangre: A, B, AB u O.
La prueba del Rh comprueba la existencia del antígeno (o factor) Rh.
Dentro de éstos hay subgrupos.
…se llevó a cabo en 1818 por el obstetra británico James Blundell.
El paciente era una mujer con hemorragia que acababa de dar a luz.
Blundell sacó sangre del brazo de su esposo y se la insertó usando una jeringa. Ella vivió para contarlo, así como la mitad de sus pacientes. Se cree que los que murieron fue por tipos de sangre incompatibles.
7. La sangre puede ser rechazada por tu cuerpo si es del grupo incorrecto
Tras hacerte la ABO, puedes resultar A, B, ambas (AB) o ninguna (O).
Si alguien de tipo A recibe sangre de tipo B, entonces su cuerpo tratará de atacar las proteínas extrañas de tipo B.
Puesto que tienes A y B, tu cuerpo puede recibir cualquier combinación de esas dos proteínas en una transfusión de sangre.
La sangre de tipo O no contiene ningún “invasor extraño” que pueda resultar en rechazo.
Este es el tipo de sangre que se guarda en las salas de emergencia de hospitales y en ambulancias, cuando no hay tiempo para probar el tipo de sangre antes de hacer una transfusión.
Se trata de un coágulo que causa dolor e inflamación y puede ser peligroso.
Le puede ocurrir a cualquier persona en cualquier momento, pero este tipo de sangre determina que tu riesgo sea menor.
La llamada proteína “factor Rh” se hereda a través de los genes.
Si la tienes, eres Rh positivo. Si no la tienes, Rh negativo.
Las mujeres embarazadas son examinadas para ver si son Rh negativas. Si su bebé es Rh positivo y cualquier tipo de sangre se mezcla durante el parto, entonces la madre puede provocar una reacción inmune y producir anticuerpos, lo cual podría perjudicar embarazos posteriores porque éstos permanecen en el cuerpo.
Eso se conoce como el síndrome del bebé azul.
Hoy día se detecta si hay el llamado “factor Rh” y, si es necesario, se administran antibióticos para bloquear la reacción inmune de la madre y proteger a futuros embriones.
12. Algunos de los grupos sanguíneos minoritarios tienen sus propias ventajas evolutivas
Por ejemplo, si tú tienes sangre “Duffy negativo” eres más resistente a la malaria.
En África Occidental, más del 95% de la población hereda esa útil característica.