Otra vez la realidad parece copiar a la ficción: el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), en Estados Unidos, anunció que comenzará a probar un nuevo dispositivo que parece sacado de una película de Batman.
Se trata del BolaWrap, un mecanismo que dispara un cable que puede enredar el torso o las piernas de un individuo a una distancia de hasta 8 metros.
De acuerdo con las autoridades, el dispositivo, que unos 200 policías del LAPD comenzarán a probar a partir de enero, está destinado a restringir el movimiento de potenciales fugitivos, lo que permitiría a los agentes tomar medidas de control sin usar la fuerza.
“Si utilizas una herramienta de este tipo, les da tiempo a los agentes para desplegar una opción secundaria”, comentó el jefe de policía de la ciudad californiana de Bell, Carlos Islas, según el diario LA Times.
“Inevitablemente inmovilizarás a alguien. Es una herramienta que ha tardado mucho en llegar”, agregó.
Islas comentó que el dispositivo solo se usará en circunstancias específicas, incluidos los casos en que las personas padecen problemas de salud mental.
Sin embargo, agrupaciones de derechos civiles han expresado preocupación por su uso potencial en un país donde se han reportado frecuentes abusos de la fuerza policial contra individuos desarmados.
“Herramientas como estas crean la ilusión de que la aplicación policial será menos violenta. La realidad es que, como hemos visto con las armas de electrochoque y otras menos letales, se utilizarán para expandir la violencia policial”, comentó a la BBC John Raphling, investigador principal de la organización Human Rights Watch.
“En lugar de dar más poder a la policía, deberíamos repensar cuál es el papel de la policía en nuestro país“, añadió.
Adam Smith, miembro de Black Lives Matter, un movimiento contra la violencia hacia los afroestadounidenses, expresó, por su parte, preocupación de que la nueva arma sea usada principalmente en comunidades donde habitan grupos minoritarios en la ciudad.
Wrap Technologies, la compañía que fabrica el arma, la describe como “un dispositivo de mano de retención remoto que descarga una correa de Kevlar estilo bola de 8 metros”.
En los extremos de la correa, disparada a 156 metros por segundo, hay dos pequeñas púas que se adhieren a una persona cuando hacen contacto.
“Los sospechosos son retenidos con un dolor mínimo o nulo, al tiempo que se permite que los agentes investiguen la situación”, dice la compañía en su sitio web.
Varias fuerzas policiales, incluidas las de Fresno en California y Hendersonville en Carolina del Norte, han estado entrenando a sus agentes para usar el BolaWrap en las calles.
En octubre, un policía de Fresno la usó para detener a un hombre que había apuñalado a dos personas con un cuchillo de cocina.
El mes pasado, la Oficina del Sheriff de Santa Cruz dijo que había comprado 20 BolaWrap que esperaba que demostraran ser “otra opción de fuerza menos letal” entre las que usan sus agentes.
El dispositivo es uno de varios ejemplos recientes del uso de nuevas tecnologías con fines policiales en Estados Unidos.
El mes pasado, la policía estatal de Massachusetts dijo que estaba usando perros robot remotos para mantener a los agentes fuera de peligro en situaciones potencialmente peligrosas.
Un portavoz del departamento dijo que el robot, fabricado por Boston Dynamics, era “una herramienta valiosa para la aplicación de la ley debido a su capacidad para proporcionar conciencia situacional de entornos potencialmente peligrosos”.
La Unión Americana de Libertades Civiles, un grupo de derechos, pidió al organismo policial que explicara cómo se usaban los robots, lo que generó preocupación por la transparencia del dispositivo y la posible injusticia racial.