El expresidente Barack Obama ya no se muerde la lengua al hablar de Trump. Y el actual mandatario no tardó en responder a sus duras críticas.
Ambos líderes estadounidenses protagonizaron este miércoles un “inédito” enfrentamiento, prueba de la creciente crispación y tensión en el país de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Trump “no tiene ningún interés en tratar la presidencia como otra cosa que no sea un reality show“, manifestó Obama en su solemne discurso en vivo en la Convención Nacional Demócrata, donde este jueves será oficialmente que el candidato presidencial es el exvicepresidente Joe Biden, quien fuera compañero de fórmula de Obama de 2008 a 2016.
Trump respondió incluso antes de que el discurso completo de Obama se emitiera, cuando la campaña demócrata adelantó algunas partes de la intervención del destacado político.
Obama y Biden, respondió el actual mandatario, “hicieron tan mal trabajo que hoy yo estoy aquí frente a ustedes como presidente”.
Las declaraciones de Obama fueron una de las intervenciones más destacadas del tercer día de la Convención Demócrata y dieron paso a la presentación oficial de la candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris.
En general, Obama había evitado criticar al gobierno de Trump por su nombre directamente, pero eso cambió en las últimas semanas y esta noche lanzó su ataque más firme hasta la fecha con un discurso duro y solemne.
“Me he sentado en el Despacho Oval con los dos hombres que se presentan a la presidencia. Nunca esperé que mi sucesor fuera a acoger mi visión o seguir mis políticas. Sí esperé, por el bien de nuestro país, que Donald Trump fuera a mostrar algún interés en tomarse el trabajo en serio”.
“Pero nunca lo hizo“, lamentó Obama desde Filadelfia, un lugar simbólico, donde se redactó la Constitución de Estados Unidos.
Trump “no ha mostrado ningún interés por el trabajo; ningún interés en llegar a un entendimiento común; ningún interés en usar el inmenso poder de su puesto para ayudar a alguien que no sea él mismo o sus amigos; ningún interés en tratar la presidencia como otra cosa que no sea un reality show para atraer la atención que anhela”, enfatizó el expresidente.
Según Obama, el actual mandatario “no ha aprendido a hacer el trabajo porque no puede”.
“Y las consecuencias de su fracaso son graves. 170.000 estadounidenses muertos. Millones de empleos destruidos”, dijo en referencia a la tragedia provocada por la pandemia de covid-19 en Estados Unidos.
Con el símbolo de la Constitución a sus espaldas, el expresidente advirtió a los estadounidenses que las libertades y los valores de Estados Unidos están en riesgo; incluso la propia democracia estadounidense.
“No dejen que les quiten su poder. No dejen que les quiten su democracia“, alertó.
En general, los expresidentes estadounidenses tienden a mantener un relativo silencio sobre la gestión de sus sucesores. Al menos, en público.
No obstante, el 44º presidente de Estados Unidos ha ido alzando cada vez más la voz sobre Trump a medida que veía cómo desmantelaba lo que ve como su legado.
El expresidente llamó a los estadounidenses a votar por su “amigo” Joe Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris.
“Durante ocho años, Joe fue el último en salir de la habitación cada vez que me enfrenté a una decisión importante. Me hizo mejor presidente. Tiene el carácter y la experiencia para convertirnos en un mejor país”, aseguró.
El actual presidente respondió a los ataques de Obama desde la Casa Blanca, asegurando que fue el propio Obama y Biden quienes lo llevaron hasta allí.
“Hicieron tan mal trabajo que hoy estoy yo aquí frente a ustedes, como presidente“, manifestó Trump, preguntado por los extractos del discurso de Obama que ya se habían difundido.
El mandatario describió a su antecesor como un presidente “ineficaz, terrible”, que hizo “transacciones estúpidas” y dejó el país en un “horror”.
Según Trump, si Obama y Biden hubieran hecho un buen trabajo, nunca se habría presentado a la presidencia en 2016.
“Habría sido muy feliz. Disfrutaba mucho mi vida anterior“, afirmó.
Durante más de tres años, Trump ha tratado las elecciones de 2016, que ganó con un resultado ajustado, como un mensaje de repudio a su predecesor y ha gobernado en consecuencia, explica el periodista de la BBC especializado en política estadounidense Anthony Zurcher.
“Esa ha sido una premisa arriesgada, dado que las encuestas indican que Obama es actualmente una de las figuras políticas más populares del país, mientras que Trump ha estado en negativo durante gran parte de su presidencia”.
El enfrentamiento de este miércoles sugiere, según Zurcher, que los comicios de noviembre entre Trump y Biden no se basarán solo en la elección entre uno u otro candidato.
“También será una elección entre dos legados: el de Obama y el de Trump. Y tanto el actual presidente como su antecesor están actuando de acorde a ello”.