Pruebas de ADN confirman que restos encontrados en España pertenecen a la guatemalteca Nancy Paola Reyes
Familiares de la víctima en España piden ayuda a Guatemala para poderla repatriar.
Medios españoles publicaron que las pruebas de ADN practicadas a un cuerpo desmembrado que fue encontrado en Santander pertenece a la guatemalteca Nancy Paola Reyes.
“La Policía Nacional de Ciudad Real ha comunicado el resultado de las pruebas a los hermanos de Nancy Paola Reyes, la joven que viajó a la ciudad cántabra en agosto con su pareja, el hombre acusado de acabar con su vida y deshacerse del cuerpo”, publica el sitio de latribunadeciudadreal.es.
De acuerdo con el diario, el hermano de la víctima, Denilson Reyes, dijo que ahora solo esperaban que se hiciera justicia y procurar la forma de repatriar sus cuerpos a Guatemala.
Reyes, quien vive en la ciudad de Castilla-La Mancha, cuenta que lo último que supo de su hermana fue que se iba a trasladar a Santander, capital de Cantabria, porque quería cambiar de trabajo.
“Estábamos en comunicación. Me dijo que se iba a ir con su pareja y que ya habían encontrado un piso —apartamento—, la última vez que hablamos fue el 19 de agosto”, cuenta.
“Mamá, ahora la llamo”, fue el último mensaje que recibió la madre de Nancy el 20 de agosto, día de su desaparición.
Nancy Paola tenía 29 años de edad y vivía en Ciudad Real, al sur de Madrid, desde julio de 2018.
Migró a España para evitar los riesgos que implica cruzar las fronteras de México y Estados Unidos. Su meta era trabajar y darle una buena vida a sus dos hijas de 7 y 4 años, quienes quedaron bajo el resguardo de sus abuelos.
La Policía Nacional de Ciudad Real inició con las investigaciones y detuvo al principal sospechoso, Carlos Andrés, de unos 28 años, de origen colombiano y novio de Nancy Paola.
Su cuerpo desmembrado se encontró en un terreno baldío en la provincia de Santander, en la costa norte de España y a siete horas de distancia de Ciudad Real.
“La familia, a través de este diario, pide ayuda para poder repatriar el cadáver a Guatemala, donde viven los padres y los dos hijos de la víctima, de cuatro y siete años”, publica La Tribuna de Ciudad Real.
