Así funciona la regla de las 5 horas, clave del éxito de Bill Gates, Elon Musk y Mark Zuckerberg

Los líderes y empresarios más destacados del mundo como Bill Gates, Elon Musk y Mark Zuckerberg, son considerados genios debido a la creación de empresas de desarrollo de software, objetos o plataformas como Microsoft, Tesla o Facebook, entre otros.

Los tres empresarios y millonarios son personas con una agenda llena y que viven en constante innovación. Sin embargo, ambos comparten una característica que los une más allá de su fortuna y se conoce como la regla de las 5 horas.

Qué es la regla de las 5 horas

Adaptada por el empresario Michael Simmons mientras estudiada uno de los métodos de enseñanza que utilizó Benjamín Franklin, esta regla de “aprendizaje deliberado” consiste en reservar al menos una hora por día o cinco horas por semana y ha sido aplicada por varios de los empresarios y líderes mundiales más exitosos.

Cómo funciona la regla de las 5 horas

Gates, Musk y Zuckerberg nunca se olvidan de dedicar parte de su tiempo a aprender y aplican el método o regla de las 5 horas, el cual es utilizado por otras celebridades, cuyo origen se remonta al científico e inventor Benjamín Franklin.

Considerado como uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos, Franklin dedicó al menos una hora al día para a aprender algo nuevo. Durante ese tiempo, realizó distintas actividades que le permitieron evolucionar. Sin embargo, lo que Simmons descubrió, fue que, al dedicar una hora todos los días para estas actividades, Franklin logró hacer menos cosas cada día, pero a largo plazo fue beneficioso.

Michael Simmons continuó con el estudio del comportamiento de personas exitosas y comprobó que todos coinciden en dedicar al menos una hora al día a actividades como leer, reflexionar y experimentar.

Gates es un fiel lector que cada año puede llegar a devorar hasta 50 libros, Musk creció rodeado de libros y dedicado a la lectura todos los días y Zuckerberg lee un libro cada dos semanas.

Otros exitosos aplican la regla de las cinco horas en actividades diferentes a la lectura, pero vinculadas con el aprendizaje.