Es una doble mirada para crear diálogos entre pieza original y su retrato, donde se involucre la colección de acuarelas de Carmen de Pettersen, una muestra maravillosa que puede observar en el Museo Ixchel del Traje Indígena.
Carmen Lind de Pettersen nace en Guatemala en 1900, es conocida en nuestro país por haber pintado detalladas y virtuosas acuarelas, en las cuales retrató a personas con atuendos indígenas de distintas regiones de Guatemala; ceremoniales, de cofradía y de uso diario. Mujeres y hombres fueron pintados en distintas locaciones, adornados con joyería tradicional de plata, incluyendo deslumbrantes chachales-, y complementados con insignias y otros objetos de lujo.
Para el curador y museógrafo Martín Fernández Ordóñez, el Museo Ixchel del Traje Indígena tiene la fortuna de ser el depositario de estas maravillosas acuarelas, las cuales, más que retratar a personas exquisitamente ataviadas, reflejan la belleza incomparable del traje indígena guatemalteco y se han convertido en verdaderos íconos de identidad. Pero además, esta institución conserva varias de las prendas originales que Carmen de Pettersen utilizó como modelos para sus pinturas.
Es el contraste del objeto físico y el retrato para lograr este objetivo, se escogieron algunas piezas de la colección de tejidos que los herederos de Julia de Plocharski donaron al Museo Ixchel y que Carmen de Pettersen utilizó como modelos, así como también otras de la Colección Principal del Museo Ixchel, que son casi idénticas a las retratadas.
La posibilidad única de contrastar modelo y representación ofrece nuevas lecturas tanto de los cuadros como de las prendas mismas, las cuales, al ser contempladas en vivo, pueden sorprender al resultar mucho más brillantes, vistosas y sus colores hasta chillantes en comparación con la forma en la que fueron pintadas.
Además, este acercamiento nos permite comprender aún mejor la mirada artística de Carmen de Pettersen y la manera en la que con la misma procesó formas, colores y texturas, hasta trasladarlo a puestas en escena que resultan atemporales.
Son verdaderas obras de arte a la vez que testimonios documentales, ya que varios de los trajes retratados, especialmente los trajes de hombre, han caído en desuso o evolucionado hasta resultar irreconocibles hoy en día.
Observe nuestra cartelera:
También puede ver: La obra de teatro “El Principito” se estrenará en el Teatro Dick Smith del IGA