¿Sabías que tanto el sedentarismo como el levantarse demasiado tarde pueden estar contribuyendo a que te sientas más cansado? Dormir solo las horas necesarias y practicar ejercicio físico puede ayudarte a recuperar energía
Sentirse cansado de vez en cuando es algo normal, de hecho, es bastante común en las personas. El problema se presenta cuando no es de vez en cuando, sino que te estás sintiendo cansado de manera constante.
En este caso algo se encuentra mal y hay que evaluar las razones por las que te estás sintiendo cansado, de forma que se pueda buscar una solución y tener una mejor calidad de vida.
Muchas veces creemos que mientras más tarde nos levantemos estaremos más descansados, pero resulta que no es así. Levantarse temprano hace que las personas se sientan más descansadas, tranquilas y relajadas durante el día.
Un estudio realizado en el año 2009 en la Universidad de Leipzig (Alemania), halló que las personas más enérgicas o proactivas son ,precisamente, las que tienen el hábito de levantarse temprano.
Por otro lado, un estudio realizado por realizado en el Instituto de Investigación de Biología Molecular y Biofísica de la Academia de Ciencias de Rusia, y publicado como Personality and Individual Differences, reveló que hay tres tipos de personas según la dinámica de su reloj biológico.
Este estudio destaca que, debemos probar cuáles son las horas de mayor energía y “educar” nuestros hábitos a fin de aprovechar las horas en las que somos más activos. Eso se llama identificar nuestro “cronotipo”
El exceso de carbohidratos y la deficiencia de proteínas pueden ocasionar un cansancio que puede llegar a ser severo. Aunque las harinas son alimentos deliciosos y que brindan energía rápidamente, el cuerpo los descompone en forma de azúcar, aumentando los niveles en sangre.
Después, el páncreas debe producir un elevado nivel de insulina para disminuir los niveles de azúcar de la sangre. Entonces, en estos picos y altibajos de azúcares, nuestro sistema debe buscar la homeostasis y para ello, usa gran cantidad de energía.
Si eres un comedor de dulces y harinas crónico, seguro te sientes cansado regularmente.
No hacer nada cansa muchísimo. Así es, llevar una vida demasiado sedentaria no deviene en una sensación de placer, sino en cansancio crónico. Por ello, si el trabajo que realizamos es de tipo estacional o si llevamos el automóvil para ir a la tienda de al lado, estaremos cansados.
Al contrario, los ejercicios físicos de bajo impacto y los ejercicios aeróbicos, así como las actividades al aire libre, fomentan la producción de hormonas de la felicidad que mejoran la calidad del sueño y la salud general del organismo. Asimismo, aunque al principio nos sintamos fatigados, practicar ejercicio reduce considerablemente la sensación de cansancio y aporta mucha resistencia.
Es sol es necesario para el cuerpo, tomar sol en horas tempranas de la mañana y al finalizar la tarde, ayuda a que se produzca un nivel adecuado de vitamina D. Además la luz solar ayuda a que el organismo se mantenga saludable.
Al exponernos al sol durante el día podremos dormir con mayor facilidad y mejor calidad durante la noche.
Una de las principales causas del cansancio es no contar con las horas suficientes de sueño reparador.
Lo más deseable es que una persona adulta duerma durante 7 u 8 horas ininterrumpidas durante la noche. Así, el cerebro y el resto de los órganos cumplen sus etapas y funciones reparadoras.
Los micronutrientes, minerales y vitaminas son sustancias indispensables para el buen desempeño de las funciones orgánicas.
Las deficiencias de estos nutrientes devienen en sensación de cansancio, fatiga e incluso, podríamos padecer de mareos y otras afecciones más serias si no proveemos a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios.
Llevar una dieta equilibrada, comer al menos 5 porciones de frutas, vegetales y verduras a diario aporta muchos de los nutrientes que necesitamos. También, es muy útil consumir frutos secos e, incluso, preparados de minerales como cloruro de magnesio.
Cuando lidiamos con situaciones difíciles, que no tienen solución, o que, al menos, escapan de nuestro control, podemos sentirnos desalentados.
Si hay un problema recurrente, una situación que te desgasta o estás cuidando a un familiar enfermo, puede que siempre sientas que ya no puedes más.
En estos casos, descansar, y dejar de pensar en lo que escapa a nuestro control nos ayuda a rebajar la tensión emocional. También, situaciones laborales muy estresantes pueden contribuir al cansancio crónico.
Por eso, tratemos de hacer cosas agradables y descansar de vez en cuando.
Con información de: Mejor Con Salud