Tradicionalmente la crianza ha sido principalmente competencia de las madres, mientras que los padres se encargaban de abastecer de alimentos a la familia.
Actualmente la tendencia es compartirlo todo entre hombre y mujer, y que los padres se involucren al máximo en la crianza.
El cambio es lento y supone un esfuerzo porque todavía estamos siendo padres las generaciones que hemos crecido viendo que la madre asumía todo el papel.
No es necesario compartir la alimentación del bebé durante las primeras semanas para sentirse partícipe como padre. Amamantar es lo único que sólo ella puede hacer. Nosotros podemos mecer, abrazar, consolar, bañar, pasear, jugar, cambiar el pañal…
También podemos ser conscientes del valor tan grande que tiene la lactancia materna y de que lo normal es que la madre sea imprescindible para el bebé y que nuestra figura de padre sea secundaria para él en un primer momento, aunque muy necesaria para la mamá.
En el segmento “Soy Papá”, Julio de León nos da algunos consejos para que el padre sea partícipe de esta linda etapa del bebé.
Con información de: Julio de León y Luis Alfredo Polanco