Los que somos papás sabemos que el escenario es más o menos así: Son las 3 de la mañana, mamá está en casa y no logra encontrar un minuto para conciliar el sueño una vez su bebé recién nacido ha despertado y pese a no tener hambre pide estar pegado al pecho. Este desvelo probablemente cobrará factura más adelante en algún momento del día ya en el que la energía y concentración no recuperadas en la noche brillan por su ausencia.
Por Julio Daniel de León.
La única solución, pareciera ser el pepe, sin embargo miles de personas alrededor del mundo han hecho lo imposible por asegurarse que ningún papá o mamá pueda consentir el uso de este sin considerar el daño que puede provocar en el bebé lactante.
Los mitos provienen de muchos lugares, la verdad de uno solo: la información científica y bien sustentada. Hoy Susana Portillo, especialista en lactancia materna nos facilita bastante esta información en el segmento soy papá, acompáñenme.
Con información de: Julio Daniel de León