El acondicionador contiene sustancias químicas y otros derivados del petróleo que penetran en nuestra piel a través de los poros y llegan hasta el torrente sanguíneo.
Tenemos varias opciones caseras y naturales que podemos usar como acondicionadores según nuestro tipo de cabello.
El vinagre de manzana es uno de esos acondicionadores que ya utilizaban nuestras abuelas para conseguir un cabello brillante y saludable.
Aunque el olor a vinagre desaparece cuando el pelo se seca, si nos molesta mucho, podemos usarlo antes del último aclarado y mezclarlo con unas gotas de aceites esenciales (lavanda, mandarina, menta, etc.).
Podemos prepararnos un bote de espray con ¾ partes de vinagre y ¼ parte de agua, y usarlo siempre después del shampoo.