Bolivia reaccionó este sábado con indignación a las declaraciones proferidas por el diputado brasileño Rodrigo Amorim, quien afirmó que "a quien le gusten los indios que vaya a Bolivia, que además de ser comunista todavía está presidida por un indio".
Apenas se supo del caso, la conmoción e indignación se multiplicó en Bolivia. El 5 de septiembre, Sebastián Justiniano, un niño de apenas tres años, tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica debido a que se detectó un tumor cancerígeno en uno de sus riñones.
El médico cirujano de un hospital oncológico de Bolivia extirpó por error el riñón sano de un niño de tres años y, tras percatarse de su error, tuvo que retirar el segundo, afectado por un tumor, señalaron autoridades médicas.
Los tres países entienden que para celebrar los 100 años del primer Mundial, que se realizó en Uruguay en el mítico estadio Centenario en 2030 con victoria de los locales, la organización del certamen debería recaer en ellos.
El dramático caso de un niño de tres años a quien un cirujano le extirpó ambos riñones, uno de ellos sano, reavivó en Bolivia el debate sobre una ley de mala praxis médica, un proyecto que provocó una prolongada huelga hace un año.
Ha sido un duro golpe para Bolivia. Esta semana la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dio un portazo a las aspiraciones de La Paz de obtener en un futuro próximo una salida soberana al mar.