UN SHOW CON TUTI: La “niña” del poeta y el militar

“Quiero, a la sombra de un ala, contar este cuento en flor: la niña de Guatemala, la que se murió de amor”, se lee en los primeros cuatro versos del poema La niña de Guatemala, uno de los más importantes y populares del país, creado por el escritor cubano, José Martí.

Este texto en el que el amor, el desamor, la tristeza y la muerte saltan de verso en verso durante sus nueve estrofas, forma parte del repertorio de aquellos que gustan de la poesía y la declamación.

El poema, que por gusto u obligación es recitado por niños y jóvenes durante actos cívicos y culturales en establecimientos educativos, encontró en estas actividades la plataforma para que ahora esté en la mente de los guatemaltecos.

Pero pocos saben que estos versos fueron creados especialmente para María García Granados, hija de Miguel García Granados, presidente de facto de 1871 a 1873.

LOS VERSOS DEL CUBANO

Según registros, José Martí vino a Guatemala en 1877. En aquel entonces, la casa de García Granados era uno de los espacios en el que se daban cita artistas prestigiosos de la época.

Fue así como Martí conoció a María. Se cuenta que durante estas citas  en las que además se armonizaban las artes, también nació el amor entre Martí y María.

Pero este sentimiento nunca se consumó, puesto que, el cubano estaba comprometido. Y tras regresar de un viaje de México, ya casado, meses después, María murió. Este fue el hecho que dio lugar a que se creyera que ella falleció de tristeza.
Y Martí, por el amor y respeto que le tenía a María, 13 años después, en 1891, le dedica su Poema IX de los Versos Sencillos, el cual recita en sus últimas líneas: “Callado, al oscurecer, me llamó el enterrador; nunca más he vuelto a ver, a la que murió de amor”.

Por: Jefferson Velásquez