Cómo los cárteles de drogas experimentaban con el fentanilo en personas drogadictas para saber cuánto podían soportar
De acuerdo a un artículo de un medio español, los cárteles de droga experimentaban con drogadictos para saber cuánto fentanilo podían aguantar antes de fallecer por sobredosis.
Hace un par de Semanas, el Departamento de Estado de EE.UU. había publicado un informe que confirmaba que diferentes organizaciones dedicadas al narcotráfico habían experimentado con humanos los efectos de la droga fentanilo, con el objetivo de medir hasta cuánto una persona es capaz de aguantar antes de provocarle la muerte.
Ahora, a raíz de una publicación en el medio El País este miércoles, no solo se ha confirmado que los estados mexicanos de Tijuana y Mexicali son donde más se consume fentanilo, sino que en esas zonas se llevaban a cabo experimentos del fentanilo en personas drogadictas.
La información vino por parte de Victor Clark, director del Centro Binacional de Derechos Humanos y profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de San Diego, quien también confirmó que los cárteles han aprovechado el grave problema de drogadicción que hay en dichos estados para llevar a cabo los experimentos.
El director aseguró que, el modo de operar de los cárteles es distribuir el fentanilo mezclado con otras drogas como la cocaína, metanfetamina, heroína y cristal, de tal forma que se cree una “tolerancia” al fentanilo.
“Han creado un mercado local de personas que ya consumen directamente el fentanilo”, dijo Clark a El País. Además dijo que, al dar el fentanilo en la calle y mezclado con otras drogas, ha provocado que se cree una “demanda” del fentanilo sin que las personas afectadas se den cuenta.
La publicación acerca de los experimentos del fentanilo han tomado más relevancia debido a la preocupación por parte de ambos países por el incremento de las ventas de dicha droga, además de su fácil preparación, el gran mercado que se ha formado con el paso de los años y lo mortal que puede llegar a ser.
La DEA habla de los cambios bajo la tutela de los herederos de El Chapo, el efecto corrosivo del fentanilo en EEUU y el papel de México en el negocio. “Los hijos tomaron el control y el cartel nunca ha sido más poderoso, nunca ha hecho más dinero” https://t.co/7qd3K7f5uK
— EL PAÍS (@el_pais) May 3, 2023
De acuerdo a El País, aunque EE.UU. sea el país donde se registren mayores consumidores de fentanilo, México también ha demostrado tener un grave problema con el fentanilo, no solo por la producción de dicha droga.
Según la información de Clark que se encuentra en el artículo, en 2018 Tijuana tenía un aproximado de medio millón de adictos a drogas, pero con el paso del tiempo esa cifra aumentó.
También agrega que, conocer a profundidad las estadísticas respecto al consumo del fentanilo y las muertes que causa en México es especialmente difícil por la falta de registros que hay en dicho país.
“Los carteles introdujeron el nuevo producto en el mercado local para generar una demanda”. Estas dos ciudades fronterizas con EE UU se han transformado en el laboratorio perfecto para calcular la dosis que puede soportar una persona https://t.co/jImTTYuL8d
— EL PAÍS (@el_pais) May 3, 2023
Clark aseguró que los únicos registros que se tienen del fentanilo de México son los que se obtienen por los centros de rehabilitación y las muertes por sobredosis que brinda la Cruz Roja, además de algunas organizaciones sociales que buscan, mediante el trabajo de campo, acceder a dicha información.
Los Chapitos
El pasado 14 de abril las autoridades de EE.UU. llevaron a cabo una acusación con los denominados “Chapitos”, quienes son los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, principalmente por el negocio que llevaban a cabo con el fentanilo.
En la acusación se mencionó el caso de una mujer que falleció de sobredosis en México luego de que fuera administrada con tres dosis de opiáceos, con el objetivo de medir la cantidad de dicho químico.
Hay que recordar que la Administración para el Control de Drogas (DEA en inglés) informó que sólo se necesitan tres gramos del fentanilo para que se vuelva mortal para una persona promedio.