Avistamientos buscan reactivar el turismo en el Pacífico

En Las Lisas, Chiquimulilla, Santa Rosa, le apuestan a la reactivación de esta actividad económica con los avistamientos de fauna y flora marina que se han reanudado, y que atrae a turistas nacionales y extranjeros.

Ballenas, deflines, aves y tortugas marinas, son algunas de las especies que pueden ser avistadas durante un recorrido por el sur del país.

Mynor Girón, tiene 50 años. Cuando tenía 10 años sus padres crearon el negocio llamado Rancho Rosita donde ofrecen todo tipo de platillos de mariscos, y asegura que con el incremento de la llegada de turistas al lugar pueden tener mejor estabilidad económica.

“Estaría bien, así nos trae estabilidad a la economía de aquí. Tendríamos el sustento para comer y prosperar”, señala, a la vez que menciona que en su negocio genera algunas plazas de trabajo en el lugar.

Óscar Marroquín es propietario de una empresa que presta servicios turísticos y además presidente la Federación de Pesca Artesanal. Recuerda que era pescador y en una ocasión por llevar a unos turistas a pescar, logró obtener Q300, es decir, el triple de lo que conseguía pescando, por lo cual decidió incursionar en los servicios para los visitantes.

Actualmente las personas de Las Lisas están siendo capacitadas por autoridades para prestar servicios turísticos a los visitantes que lleguen a observar los avistamientos.

“Es un medio de vida alternativo a la pesca, genera sostenibilidad e importancia ecológica.  Las personas de las comunidades que se dedican a la pesca están siendo capacitadas para dirigir a turistas a observar respetuosamente la fauna en sustitución de estar simplemente pescando”, expuso Carlos Godoy, de la Dirección de Desarrollo del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).

Datos

• Durante el avistamiento en el que participó un equipo periodístico de Noticiero Guatevisión y Prensa Libre se pudo observar a delfines nariz de botella que acompañaron la embarcación.
• La ballena jorobada puede medir hasta 16 metros y pesa hasta 30 toneladas. En los avistamientos se puede observar cómo golpea el agua con su cola o dan saltos espectaculares.
• Los pobladores de las comunidades cercanas al canal de Chiquimulilla utilizan canoas para trasladarse a sus empleos y hogares.
• Durante el recorrido también se pudieron observar avenas marinas como las garzas blancas que utilizan el mangle rojo para descansar y alimentarse.

Según las autoridades del Conap este trabajo también forma parte de la prioridad de la protección y conservación de las áreas protegidas, que existe a nivel mundial.