Someterse a una "desintoxicación de gasto" puede cambiar tus hábitos de consumo.
Si eres millennial, puede molestarte este estereotipo: un joven obsesionado con los selfies, que ama el café de cadena rápida, las vacaciones y el último modelo de teléfono inteligente.
Pero ¿qué pasa cuando se trata de ahorrar dinero?
Es posible que ni siquiera seas consciente de las diferentes formas en las que tus finanzas estén en problemas o de cómo lidiar con ellas.
Hablamos con la escritora y emprendedora social Melissa Browne, autora de “Unf *ck Your Finances” (Soluciona tus finanzas), sobre algunos consejos fáciles de seguir para que te cuadren las cuentas.
Aquí están sus consejos:
Vivimos en una “cultura de la comparación” que mide constantemente nuestro valor frente a las personas que viven sus vidas en las redes sociales y que probablemente están rodeados de productos de lujo. Pero no nos muestran nada real.
¿La solución? Deja de seguirlos y encuentra personas que te inspiren de maneras que no impliquen comprar para sentirte mejor.
En el pasado, uno estaba limitado cuando de comprar se trataba. Solo podías hacerlo durante las horas comerciales que generalmente iban de lunes a viernes y sábados por la mañana.
¿Ahora? Las compras en internet te permiten gastar dinero con tu teléfono mientras estás aburrido viendo Netflix un viernes por la noche.
Para frenar tu capacidad de gastar 24 horas los 7 días de la semana, establece límites sobre cómo comprar y cuándo.
Esto podría incluir solo gastar en ciertos momentos del día, de modo que la próxima vez que te aburras sentado en el sofá frente al televisor no estés en riesgo.
No se trata simplemente de tarjetas de crédito, sino también de “préstamos de día de pago” (pay-day loans) y del aumento de facilidades, como el “compre ahora, pague después”.
Los estudios muestran que gastamos más cuando utilizamos tarjetas del crédito (al menos un 10% más) porque no las vemos como nuestro dinero.
Si tienes más de una tarjeta, si rara vez pagas tu tarjeta cada mes o si pagas tu tarjeta con tus ahorros todos los meses porque gastaste en exceso, toma la decisión firme de no usar crédito.
Destruye las tarjetas y sigue la vieja escuela de usar una tarjeta de débito.
Hay tantas opciones de comida en la actualidad.
¿Deberías ser vegano, vegetariano, seguir una dieta alta en carbohidratos, baja en carbohidratos, alta en grasa, baja en grasa, orgánica o solo comer fruta que cayó del árbol?
¿Es de extrañar que estemos confundidos cuando se trata de la elección de alimentos?
Es lo mismo con nuestras finanzas.
A menudo hay tanta información sobre cómo debemos ahorrar e invertir que es muy difícil tomar decisiones.
Es por eso que tenemos que volver a lo básico.
Necesitamos estudiar y comprender nuestros patrones de gasto y objetivos de vida.
Una vez que hacemos esto, podemos diseñar cómo ahorrar o invertir adecuadamente.
Muchos de nosotros estamos viviendo una vida por inercia y nos despertamos un día (a menudo a mediados de los 30 años) preguntándonos: “¿Cómo terminé aquí?”
En vez de eso, piensa en convertirte en un consumidor consciente y en vivir una “vida por diseño”.
Pregúntate: “Si pudiera diseñar la vida que quiero, ¿cómo sería?”
Luego, averigua qué puedes hacer hoy para convertirlo en realidad.
Por supuesto, para detener tu gasto predeterminado debes considerar una desintoxicación de 30 días en los que solo cubras tus necesidades básicas para luego restablecer tus hábitos de gasto.
Esto debería convertirte de nuevo en un consumidor consciente.
Muchos de nosotros vivimos de solo una fuente de ingresos, gastando la mayor parte de lo que ganamos el día después del día de cobro de salario.
En lugar de eso, configura tus cuentas para que “no comas solo de un tazón grande, sino de un grupo de tazones más pequeños“.
Esto podría incluir una cuenta diaria, una cuenta de facturas, una cuenta de ahorros y una cuenta de derroche.
Automatiza tus ingresos para que se dividan entre estas cuentas y luego solo gastes lo que haya en tu cuenta diaria para tus gastos diarios.
Luego comienza a averiguar si puedes encontrar más flujos de ingresos. Esto podría incluir un trabajo de tiempo parcial, inversiones, propiedades y más.