Cuando pensamos en alimentos saludables la lista incluye, indefectiblemente, frutas variadas y de colores vibrantes, verduras de todo tipo y, en la mayoría de los casos, yogur.
Sin embargo, según un estudio llevado a cabo en Reino Unido por investigadores de las Universidades de Surrey y Leeds, muchos yogures están llenos de azúcar.
Por esta razón, dicen, las marcas no deberían hacerle creer al público que están consumiendo un producto saludable.
De los más de 900 yogures que analizaron, solo los naturales o los de estilo griego pueden considerarse como bajos en azúcares.
Del resto —los bebibles, los con frutas, los saborizados, los para niños, los orgánicos—, ninguno se salva.
Es más, la investigación halló que los yogures orgánicos se encuentran entre los más azucarados.
Si bien el estudio se hizo en Reino Unido, muchos de los productos son de marcas internacionales que se venden en otros países del mundo incluyendo América Latina.
Para ser clasificado como de bajo contenido en azúcar, un yogur debe tener menos de 5g de azúcar cada 100g.
De los productos analizados, sólo el 9% estaba por debajo del límite.
Los postres de yogur ocuparon el primer puesto en la lista de los más azucarados (un promedio de 16,4g de azúcar cada 100g de yogur), seguidos por los orgánicos (13g cada 100g).
Los yogures dirigidos a los niños contenían en promedio 10,8g cada 100g, lo que equivale a más de dos cubos de azúcar.
Según la OMS y otras agencias de salud pública, menos del 10% el consumo diario de calorías debe provenir de azúcares.
Los niños de dos años no deberían tomar nada de azúcar y aquellos de entre 4 y 6 años no deberían ingerir más de 19g de azúcar (o cinco cubos de azúcar) al día.
Lejos de aportar beneficios nutricionales, el consumo excesivo de azúcar aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad, y por ende las enfermedades vinculadas a ello.
Y el problema es que, mientras que el yogur se percibe como saludable, “puede ser una fuente no reconocida de azúcar añadida en la dieta de mucha gente”, dicen los autores de la investigación.
“Nuestro estudio destaca los desafíos y los mensajes mezclados que vienen del mercadeo y el envase de los productos que contienen yogur”, señaló Bernadette Moore, autora principal del estudio de la Escuela de Ciencias de la Comida y la Nutrición de la Universidad de Leeds.
Desde que se hizo el estudio de campo —a finales de 2016—se han tomado medidas para reducir la cantidad de azúcar en el yogur en Reino Unido.
Las recomendaciones de la Unión Europea establecen que para 2020, el contenido de azúcar de los yogures debe reducirse en un 20%.