Ambas selecciones salieron al estadio de Kaliningrado con la intención de aprovechar el traspiés de la favorita de la llave, Argentina, que horas antes perdía dos puntos ante la bisoña Islandia, un empate que deja el futuro del equipo de Messi en el torneo pendiente del resultado de su partido contra Croacia, el próximo jueves.
Croacia venció este sábado 2-0 en su debut en el Mundial de Rusia-2018 ante Nigeria y dio un paso de gigante para conseguir una de las dos primeras plazas del Grupo D que dan acceso a los octavos de final.
Ambas selecciones salieron al estadio de Kaliningrado con la intención de aprovechar el traspiés de la favorita de la llave, Argentina, que horas antes perdía dos puntos ante la bisoña Islandia, un empate que deja el futuro del equipo de Messi en el torneo pendiente del resultado de su partido contra Croacia, el próximo jueves.
Los balcánicos llegan a este Mundial con uno de los centros del campo más pulidos del torneo, aunque sus dos tantos llegaron tras la ingenuidad de los nigerianos para defender sendos saques de esquina.
El primero tras varios rechaces en el área que el medio Etebo acabó introduciendo en su propia portería a los 32 minutos, y el segundo tras un penalti ingenuo cometido por Ekong, que placó a Mandzukic, convertido por el capitán Luka Modric a los 71.
Croacia salió al campo con las ideas claras, a aprovechar el buen manejo del balón de su medular, comandada Modric y con el respaldo de Rakitic, y evitar las pérdidas de balón que propiciaran la salidas en velocidad de los nigerianos.
Los balcánicos marcaron el ritmo de la primera parte con extrema sencillez y gozaron de las primeras ocasiones. Perisic disparó alto en el minuto 13 después de una rápida combinación entre Modric, Rebic y Mandzukic.
Nigeria no inquietó en ningún momento la portería balcánica. Los africanos trataron de llegar lo más rápido posible a la meta croata, aprovechando la velocidad de sus alas, Iwobi y Moses, jugadas que pasaban por el centro del campo como una exhalación. Cuanto más rápido, mejor.
La segunda parte comenzó con una Nigeria más inspirada, con más presencia en el campo rival, principalmente por la hiperactividad del impetuoso Moses y la presión adelantada de su defensa.
De sus botas salió la ocasión más clara cuando a los 48 minutos se fue de Strinic, pero su disparo en medio fallo se marchó manso a la izquierda de la portería croata, en la primera jugada que el extremo del Chelsea acertaba al encarar a su rival.
Los balcánicos perdieron parte de su control en el centro del campo, convertido en un correcalles para disfrute de las ‘Águilas Verdes’.
El técnico croata, Dalic Zlakto, advirtió la pérdida de control del ritmo del partido y al cuarto de hora de la segunda etapa sacó a uno de sus dos puntas, y apuntaló más el centro del campo, dando más libertad ofensiva a Modric. La jugada salió bien y los balcánicos se hicieron de nuevo con la posesión, casi en exclusiva, del balón.
A pesar de que el centrocampista del Real Madrid no tuvo una gran actuación personal, fue suficiente para doblar a Nigeria, que bajo el control croata se volvió a disparar en el pie cuando Ekong placó a Mandzukic cuando éste trataba de alcanzar un saque de esquina.
Un penalti ingenuo que sentenciaba el partido, y posiblemente el futuro de los nigerianos en Rusia-2018.
© Agence France-Presse