Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, firmaron este sábado un programa para el desarrollo que impulsará la creación de 20 mil empleos en el país centroamericano para tratar de desalentar la migración hacia Estados Unidos.
El dirigente mexicano se encontró con Hernández en la ciudad de Minatitlán, en el estado de Veracruz (este), en el marco de un programa forestal denominado “Sembrando Vida” que López Obrador busca replicar, como una forma de ayuda, en Centroamérica.
Hernández subrayó que este programa “es la vía correcta para seguir avanzando” en el desarrollo económico de los países expulsores de migrantes y conseguir que todo ser humano en la región sienta que en su lugar de origen “puede desarrollarse sin mirar a otro lado”.
El presidente hondureño lanzó un llamado a crear una “gran coalición internacional para la generación de empleos masivos en el triángulo norte de Centroamérica” y así “dar un ejemplo al mundo de cómo se construyen muros de prosperidad”.
Este programa de desarrollo integral fue elaborado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) a petición de México, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Una de las primeras acciones del convenio alcanzado este sábado es promover la siembra de numerosas hectáreas para así rescatar el campo y crear puestos de trabajo en la región.
“México por conducto de su agencia de cooperación (…) apoyará a la hermana República de Honduras para crear 20 mil empleos desde esta fecha y hasta diciembre”, explicó de su lado el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
López Obrador recordó que su gobierno ya ha insistido ante el presidente estadounidense Donald Trump en la necesidad de apoyar a Centroamérica y el sur de México para que la migración “sea opcional y no forzada”.
“Esta es otra opción, otra alternativa para dar una solución racional, eficaz, humana al fenómeno migratorio que no debe ser atendido sólo pensando en el uso de la fuerza, en medidas coercitivas, sino atendiendo las causas que originan la migración”, dijo el presidente mexicano.
México, paso de centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos escapando de la violencia y la pobreza en sus países, ha sido atravesado en los últimos meses por una inédita ola migratoria, lo que ha provocado tensiones con Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amagó con imponer aranceles a México el mes pasado si no se frenaba la migración, lo que llevó al gobierno de López Obrador a desplegar miles de guardias nacionales en el norte y el sur del país para contener a los migrantes.
En una primera evaluación a principios de semana, Estados Unidos se declaró satisfecho de los esfuerzos de México.
La gran mayoría de los centroamericanos que cruzan México son hondureños, y algunos de ellos denuncian que escapan de una supuesta persecución del gobierno de Hernández contra aquellos que participaron en protestas tras su elección.
México ya cerró un acuerdo en el marco de “Sembrando vida” con El Salvador durante la visita del presidente de ese país, Nayib Bukele, el 20 de junio, y que arrancó con una transferencia directa de 100 millones de dólares de México.
La visita del presidente hondureño a México se produce al día siguiente de que Guatemala y Washington firmaran un convenio de “tercer país seguro” para que aquellas personas que quieran pedir asilo en Estados Unidos y que pasen antes por territorio guatemalteco hagan ahí su solicitud.
El viernes Trump consiguió lo que describió como “una gran victoria” luego de que la Suprema Corte le autorizara a utilizar miles de millones de dólares de fondos del Pentágono para construir un muro en la frontera con México.
Trump, que busca la reelección en 2020, ha tachado a esta oleada de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos de amenaza a la “seguridad” de su país.