Más de siete mil efectivos militares estadounidenses estarán posicionados el fin de semana en tres estados fronterizos con México, a días de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, en las que el tema migratorio es central en la campaña del presidente Donald Trump.
La cifra corresponde a lo ya anunciado: el envío a la frontera de cinco mil 239 solados, que se unirán a dos mil cien reservistas de la Guardia Nacional ya desplegados ahí desde hace meses, indicó el viernes Michael Kucharek, portavoz del Comando Norte del ejército estadounidense (Northcom).
El Northcom supervisa la operación “Patriota fiel”, destinada a bloquear las caravanas de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia Estados Unidos para pedir asilo.
Los refuerzos estarán posicionados de antemano en la base aérea Davis-Monthan, en Arizona, la base naval de San Diego y la de los Marines en Pendleton, ambas en California; y la base naval de Corpus Christi en Texas.
Pero su destino final “está aún por definirse”, precisó Kucharek a la AFP.
Según un responsable del Pentágono que pidió el anonimato, un millar de soldados ya habían llegado el viernes a McCallen, Texas, uno de los principales cruces fronterizos con México.
Estarán encargados de operaciones logísticas y especialmente de la construcción de carpas “para nuestros soldados”, dijo Kucharek, destacando que no se ha tomado ninguna decisión aún sobre un eventual levantamiento de carpas para migrantes, como sugirió Trump durante un discurso electoral.
A días de las elecciones de medio mandato, Donald Trump ha colocado en el centro del debate político el tema migratorio, buscando movilizar a su base en unos comicios en los que su partido Republicano podría perder el control del Congreso.
El jueves repitió que las caravanas de centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza en sus países representantan una “invasión”, y advirtió que los militares desplegados en la frontera de Estados Unidos con México podrían disparar a los migrantes, si éstos les lanzan piedras mientras intentan ingresar ilegalmente a territorio estadounidense.
Trump dijo esta semana que los migrantes detenidos en la frontera serían retenidos en campamentos de carpas hasta que culmine la evaluación de sus solicitudes de asilo.
“Tendremos carpas, serán muy agradables, y ellos (los migrantes) van a esperar, y si no reciben asilo se van”, afirmó el lunes a Fox News.