Ante los supuestos rumores que resalta el interés del presidente estadounidense de adquirir Groenlandia, en Dinamarca dudan de la salud mental de Trump.
Según publicaron vario medios estadounidenses, Donald Trump ha mencionado su interés de la compra de Groenlandia luego de enterarse Dinamarca estaba pasando por problemas financieros para financiar a Groenlandia.
Desde entonces, durante reuniones y cenas en la Casa Blanca se ha discutido la legalidad de una hipotética compra, el proceso de incorporación del territorio y de dónde saldría el dinero para afrontar la operación.
Mientras el Ejecutivo socialdemócrata danés guarda silencio, el Gobierno autonómico groenlandés ha resaltado en un comunicado la “buena relación” con Estados Unidos, y ve el “rumor” como muestra del interés en invertir en esta isla.
“Groenlandia no está por supuesto en venta”, resaltan en el breve escrito las autoridades de este territorio autónomo que pertenece a Dinamarca.
“Debe de ser una broma del 1 de abril completamente fuera de temporada”, aseguró el ex primer ministro danés y actual líder de la oposición, el liberal Lars Løkke Rasmussen.
La líder “rojiverde” Pernille Skipper, quien resalta que “no estamos en el siglo XIX” y que no se puede comprar “todo un país y todo un pueblo”.
Otros políticos daneses cuestionan en cambio directamente la salud mental del presidente estadounidense.
“Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco. Tengo que decirlo como es: la idea de que Dinamarca venda a 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es una completa locura”, apunta Søren Espersen, portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, la tercera fuerza parlamentaria.