Mildred Arellanos una joven de 19 años fue ingresada de emergencia al Hospital Regional de Zacapa debido a que presentaba fuertes dolores en el vientre después de haber caminado durante varias horas desde Chiquimula rumbo a Zacapa. La joven tenía dos meses de su primer embarazo.
Así lo informó ella misma, a personal del área de salud y voluntarios de la cruz roja que habían colocado un puesto provisional a la orilla de la ruta, a poca distancia de la entrada principal de Zacapa a donde la joven arribó el pasado miércoles 17 de octubre como parte de la caravana de migrantes hondureños.
Este grupo había pernoctado en la ciudad de Chiquimula, el martes después de haber ingresado al país por la frontera Agua Caliente entre Esquipulas y Honduras. Sin embargo, el cansancio y esfuerzo físico provocaron efectos negativos en el cuerpo de la joven que finalmente se desplomó a orilla de la ruta.
“La vimos grave y por ello no dudamos en coordinar su traslado al hospital regional. Había caminado mucho y aguantado hambre, cuestión que en su condición jamás se debe hacer, ese mismo abuso de sus capacidades le provocaron la hemorragia interna que pudo haberle costado la vida”, manifestó Josseline Duarte, voluntaria de una organización civil, que ayudó a Arellanos cuando llegó a Zacapa.
Fue atendida por personal de la cruz roja y llevada al nosocomio de la cabecera en donde médicos ginecólogos la examinaron. Al ser internada se percataron que la joven tenía fiebre y una hemorragia interna.
Pese a que la trataron, el personal médico agotó recursos para estabilizarla sin embargo al final la hemorragia le provocó un aborto.
La joven contó a personal de enfermería, que tenía dos meses de embarazo y que se había separado de su pareja, que se había quedado en Santa Rita en Copán, Honduras de donde ella es originaria. Mientras ella emigró buscando un mejor futuro para el bebé que venía en camino.
La joven permaneció internada en el hospital durante varios días y fue egresada el viernes pasado, luego de lo cual retornó hacia Honduras acompañada de amigas migrantes que la apoyaron durante su estancia en el país.
Personal médico expuso que las largas distancias recorridas, la falta de alimentación y cansancio extremo provocaron en la joven el aborto, el cual de no tratársele podría haberle generado complicaciones mayores más adelante.
Se intentó contactar a la joven sin embargo fue imposible rastrearla pues no contaba con teléfono celular ni dirección exacta. Autoridades del hospital informaron que la joven aseguró que retornaría a su lugar de origen.
“Lamentable que la migración y las decisiones tomadas a la ligera hayan provocado que un no nato haya perdido la vida. Un ser humano que no pidió ser concebido y que no merecía una muerte tan prematura en estas condiciones”, expresó Yuliana Pinituj, vecina zapaneca.
“La crisis continúa cobrando vidas, este no nato no fue el primero ni será el último que pierda la vida en esta migración que está teniendo un costo muy alto. Las autoridades deben invertir el dinero en desarrollo educativo, laboral y social para evitar situaciones que empujan a la gente a irse de su país”, dijo Gustavo Villagrán, docente.