Aproximadamente a las 18:15 horas del 2 de abril los bomberos voluntarios, encabezados por el jefe Hugo Cabrera Maza, empezaron a recibir múltiples llamadas solicitando ayuda ante un incendio que estaban creciendo de manera incesante y rápida en una finca que albergaba más de 80 hogares (llamada también covachas).
Cuando los cuerpos de socorro llegaron al lugar del siniestro, se percataron de una inmensa nube de humo que cubría todos los alrededores, anticipando la imposible tarea que tenían de cesar el incendio. Salvaguardaron a todas las personas que se encontraban cerca del área, mientras gritaban y sollozaban por todas sus pertenencias que se habían quedado en sus hogares consumados por las llamas.
“Allá está mi cochito”, “Esa es mi gallina”, “Mi radio usted”, fueron algunos de los comentarios que dijeron los pobladores de la finca, mientras veían cerca del incidente mientras el cuerpo de bomberos luchaba desesperadamente por reducir las llamas.
Los bomberos realizaron más de quince viajes para rellenar las bombas de agua en los tragantes más cercanos del incidente, concretamente en la Tabacalera Nacional, ubicada en la 15 calle de la zona 1. Sin embargo sus esfuerzos fueron mínimos en comparación de los daños causados por el incendio.
Las víctimas del desastre eran personas que estaban en situación de pobreza. Vivían al lado de un desagüe y pagaban seis quetzales de renta para poder vivir en sus hogares, teniendo pequeños negocios, sobretodo de comida.
La Cruz Roja alojó a más de cien personas dentro de su edificio, todas ellas habían perdido su hogar y pertenencias. Mientras los Bomberos Voluntarios continuaban en su labor de cesar el incendio.
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Ante le incidente, Ydigoras Fuentes, presidente de la república en ese momento, ofreció un sustento económico a las víctimas del incendio, y ordenó su desplazamiento hacia zonas seguras designadas mientras se liberaban los escombros de los restos de los hogares.
El 28 de abril de 1961, el Instituto de Vivienda Urbana en Guatemala realizó la construcción de 64 casas para las personas damnificadas l. Se realizó un censo en donde se le dio prioridad a las familias que constaban de uno o más hijos menores.
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Ante este, quince personas no recibieron hogar, debido a que la institución los catalogó como personas que no tenían familias, eran mayores de edad o no tenían las capacidades de trabajar.