La inmensa nube de ceniza oscureció poblaciones lejanas al volcán como Spokane, 466 kilómetros al noreste, obligando el cierre de aeropuertos en al menos seis ciudades.
El presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, sobrevoló las zonas afectadas, cinco días después de la erupción. “No hay manera de describirlo, es un panorama horrible. Esto tardará décadas despejar los daños y los centenares de metros de ceniza volcánica que se asentaron sobre la zona. No creo que haya nada como esto en el mundo”, expresó el presidente Carter.
El panorama era dantesco, la ceniza volcánica cubría vastas zonas, los bosques aparecían desgajados y sus árboles derribados. Debido a que el volcán modificó los niveles del agua, los ríos se convirtieron en listones de barro por doquier, vagones de ferrocarril, casas, automóviles y troncos volcados.
Cifras
La catástrofe tuvo un saldo de 57 personas fallecidas, 200 casas, 47 puentes, 24 kilómetros de vías del tren y 300 kilómetros de autopistas destruidas. La cantidad de energía liberada por el volcán se presume fue equivalente a 27 mil bombas de Hiroshima, expulsando más de cuatro kilómetros cúbicos de material, el costo producido por la erupción rondó los US$1,100 millones.
La actividad volcánica se mantuvo por semanas, desfigurando la forma del volcán y el paisaje de la zona. Las labores de descombramiento de varias vías llevó incluso meses por la magnitud de la nube de ceniza.
Erupción del volcán Santa Helena en mayo de 1980 (Video: Youtube)