El recinto se encontraba lleno, por lo que miles de aficionados buscaron ubicarse en cualquier lugar para presenciar el encuentro, sin importarles lo peligroso de ciertas áreas.
Sin duda el mayor peligro era la gran cantidad de personas que se subieron a la marquesina, la cual según especificaciones técnicas no soporta mayor peso. Al mismo tiempo se encontraban en riesgo todas las personas que se encontraban observando el partido en la tribuna debajo de la cornisa.
Lo mismo ocurrió en los palcos de prensa, ya que los fanáticos se treparon al techo de duralita que en cualquier momento pudo ceder ante el peso.
Afortunadamente no sucedió nada que lamentar, únicamente el resultado en contra de la selección nacional de Guatemala, así como la ineficacia de las fuerzas de seguridad que no pudieron controlar a la multitud que invadió el recinto deportivo, ante la tolerancia de las autoridades respectivas quienes simplemente se limitaron a observar el partido.