Este mes queremos reconocer a esos jóvenes que han sido valores para nuestro país, porque han contribuido de alguna u otra manera a engrandecer a Guatemala , y la han puesto en alto a donde quiera que van.
En esa ocasión, el 15 de septiembre del 2011 se publicó una entrevista que le hizo la periodista Sandra Valdez a la reconocida montañista Andrea Cardona, la cual se transcribe a continuación.
“Todos tenemos nuestro Éverest”, dijo Andrea Cardona.
Alcanzar grandes alturas no fue fácil para Andrea Cardona, sobre todo porque desde pequeña padece de asma, pero aun así lleva escaladas cinco de las siete cimas más altas del mundo.
“Nada de lo que soñamos es imposible, asegura, con rostro radiante. Para esta joven montañista ahora de 33 años, la clave está en pequeños logros diarios, con persistencia.
¿Cómo describe su trayectoria?
Empezó en el 2007, cuando hice mi primera montaña, en Nepal. Trabajaba como guía de aventura e iba mucho a la base del Éverest. Un día me pregunté ¿Cómo se vería el mundo desde el punto más alto? Eso me inspiró.
Pero después me inspiré en mi país, donde soñamos por un mundo mejor. Lo hice por todas las personas ordinarias que tienen el potencial de hacer cosas extraordinarias. Cuando subí pensaba en que no lo hacía por mí, sino para llevar la bandera de mi país a lo más alto del planeta.
¿Qué es lo que más le preocupa de Guatemala en este momento?
Que somos una sociedad débil, porque somos muy fragmentados. Lo principal es dejar de pensar solo en nosotros y preocuparnos por los demás, preguntándonos qué podemos hacer por ellos.
En su opinión, ¿cuál es el mayor enemigo de la juventud guatemalteca?
La falta de sueños y de responsabilidad.
¿Cuál es el mayor obstáculo?
Lo peor que nos puede pasar es que nosotros mismos dejemos de creer en nuestros sueños.
¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?
Me lo dio mi compañero Manuel Morago. Me dijo que no siempre las cosas pasan en el tiempo que yo quiero, y que para todo existe un tiempo perfecto y debemos desarrollar paciencia para lograrlo.
Al Éverest no se llega en helicóptero, no podemos llegar si no es después de años de entrenamiento, y en mi caso fue después de dos meses en expedición.
En la vida es lo mismo, cualquier meta que nos propongamos va a ser solo un paso cada día. Todos tenemos nuestro propio Éverest.
¿Cuál es el factor que más afecta la participación de la juventud?
La falta de fe en que algo puede cambiar en nuestro país, y también porque pensamos que si estamos o no da lo mismo y no es así.
¿Cómo es la Guatemala que sueña?
Una Guatemala donde nadie piense que el niño en el semáforo o la mujer con su hijo en la calle no son nuestro problema, que todos tengamos compasión con los otros. No existen países perfectos.
¿Se puede decir que vive por Guatemala?
Definitivamente yo me siento comprometida, pues el logro que tuve lo hice por Guatemala. Regresé después de 10 años de vivir en el extranjero y definitivamente es para trabajar por mi país.
Quiero aportar algo, y sé que uno no va a cambiar el rumbo de un día para otro, pero son pequeñas semillitas que van a dar sus frutos más adelante.
Trayectoria
- Es la primera mujer del Istmo que logra subir el Éverest.
- De pequeña padecía asma; sin embargo, no solo logró vencer este mal, sino emprender aventuras extremas.
- Antes de subir el Monte Éverest se entrenó por dos años, tiempo en el que durmió 200 noches por año en carpa y escaló 13 montañas.
- Antes de dedicarse al montañismo, Andrea era guía de
- turismo. Estudió Economía en Turismo en Génova, Italia.
Cardona ha aprendido que todo reto en la vida se parece a una escalada de montaña.
Fuente: Hemeroteca Prensa Libre