El reto de la edad madura

Sin embargo, no todos los hombres opinan igual ni han atravesado esta fase de la vida con la serenidad que debieran dar los años.“Cuando feliz y tranquilo llegué a los 40, creí que eso de la andropausia era puro cuento. Ahora que recién arribé a los 50, todo cambió. Todavía estoy saliendo de la profunda depresión en la que caí y me cuesta trabajo encontrarle sentido a las cosas”, indica Sebastián*.

Él, en su depresión, incluso llegó a cuestionarse, si de tener la oportunidad de regresar el tiempo, haría las mismas cosas. Quizás no, fue su respuesta. Sebastián, a pesar de ser médico y tener conocimiento de los cambios fisiológicos que puede experimentar un varón con el transcurso de los años, jamás imaginó que “le pegara tan fuerte”.

“Lo peor es que mi esposa es casi de mi edad y también entró a la menopausia con crisis. Ambos nos hemos dado apoyo, pero hay cosas que no me atrevo a expresarle, porque son cosas sólo de hombres”, señala.

¿Qué sucede?

Entre los 40 y 55 años de edad, los varones pueden experimentar un fenómeno físico similar a la menopausia femenina (cese de la menstruación). Este proceso se denomina andropausia, y a diferencia de las mujeres, no tiene signos claros que marquen la transición.

Lo cierto, es que tanto en hombres como en mujeres, existe una disminución de los niveles hormonales. El estrógeno en ellas y la testosterona en ellos.

Algunas manifestaciones

Los cambios en el cuerpo ocurren de forma gradual y se acompañan de variantes en la actitud y el estado de ánimo; hay fatiga, pérdida de energía, de la agilidad física y del impulso sexual.

Según explica Otto Estrada, médico geriatra e internista, de la Casa del Paciente Diabético, también puede presentarse debilidad muscular, dificultad para lograr y mantener una erección, disminución de las erecciones nocturnas, reducción en el volumen y fuerza de la eyaculación, desaparición del vello corporal y alteraciones de la piel (resequedad).

Algunos estudios demuestran que la baja de los niveles de testosterona, representan un factor de riesgo para el surgimiento de otros problemas de salud, como cardiopatías o huesos frágiles. Dado que este descenso hormonal con sus respectivos síntomas, coincide con una etapa en la cual los hombres tienden a cuestionar sus valores, logros y el rumbo de su existencia, muchas veces les resulta difícil advertir que su cambiante estado anímico esté relacionado también con una variación física interna.

Paso a paso

A partir de los 30 años de edad aproximadamente, los niveles normales de testosterona (2.7 a 10 nanogramos por mililitro de sangre) descienden 10% por cada década, pero puede haber diferencias individuales. Por eso, en un congreso sobre el tema efectuado en el año 2000 en Estados Unidos, los médicos asistentes llegaron al consenso de diagnosticar andropausia cuando existieran los síntomas citados, unidos a la baja de la hormona testosterona.

Cabe resaltar que este diagnóstico no se efectúa antes de los 40 años, advierte Estrada. Aunque con la edad, todo hombre tendrá una baja de testosterona, no existe manera de predecir quién tendrá síntomas andropáusicos lo suficientemente severos como para necesitar ayuda profesional.

Tampoco es predecible saber a qué edad comenzarán los malestares, los cuales pueden ser distintos en cada paciente.

El aspecto emocional

Los hombres entre los 40-50 años de edad, sobre todo, si están próximos a jubilarse o al casamiento de alguno de sus hijos, llegan a preguntarse qué tanto han alcanzado sus metas.

Estos factores externos son fuente de tensión emocional. Y si además se dan cuenta que su deseo sexual ha disminuido y su relación afectiva con la pareja ha mermado, es probable que lleguen a experimentar un estado depresivo.

El sicólogo Sergio Argüello, aclara que cada individuo responderá de distinta manera a estos factores. “Todo depende de su personalidad, ya que si es alguien seguro de sí mismo y ha estado informándose sobre la situación, no la vivirá como una agresión a su virilidad o capacidad de conquistar mujeres, que es lo más común que ocurra”.

Según Argüello, que la andropausia afecte tanto la esfera sexual de la vida de un hombre se debe a que al ver disminuido su rendimiento físico y no poder comportarse en la intimidad como está acostumbrado o desearía hacerlo, su autoimagen y confianza disminuyen.

Quienes siempre han sido “conquistadores”, es probable que manejen mejor la situación de enamorar mujeres. Pero aquellos que lo hacen hasta en la quinta década de su vida, arrastrados por el temor a la vejez que se aproxima, deben ser cuidadosos. Están arriesgando la estabilidad de su vida en pareja y pueden ser víctimas fáciles de personas que desean divertirse un rato.

¿Cómo saber si está en esta etapa?

Acudir con un profesional geriatra, médico internista o urólogo es conveniente para que practiquen al paciente un examen clínico completo. Éste debe incluir la medición de la testosterona.

En el caso de que ésta se encuentre disminuida podrían prescribir una terapia de reemplazo hormonal, según cada caso particular. Sin embargo, ésta es contraindicada en quien padece de cánceres de próstata o mama, apnea del sueño, crecimiento de las glándulas mamarias o alteración de la función del hígado, indica Estrada.

También es importante asesorarse con un psicoterapeuta para recibir orientación sobre cómo afrontar las cambiantes emociones. “Quienes han disfrutado de su vida y la han manejado de manera efectiva, sufrirán menos. Pero quienes han sido tímidos, malhumorados o solterones empedernidos, tienen mayores probabilidades de experimentar crisis”, señala Argüello.

De ahí que lo mejor sea gozar la madurez que dan los años y recordar lo que dicen por allí: “Ser viejo es natural; sentirse viejo es opcional”.

AUTOEVALUACIÓN

Diagnóstico clínico de la andropausia.

Si respondió afirmativamente a tres o más preguntas, incluidas las cuestiones no. 1 y 7 acuda al médico para evaluar su estado físico. (Cuestionario aplicado en la Universidad de San Luis Missouri, Missouri, Estados Unidos).