Según Washington, algunos de sus empleados diplomáticos están siendo tratados por síntomas que van desde pérdida auditiva hasta “ligeros daños traumáticos cerebrales”.
BBC NEWS MUNDO
¿Cómo puede funcionar un arma acústica que cause sordera y daños cerebrales como la que EE.UU. acusa a Cuba de usar contra sus diplomáticos en La Habana?
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que ya son por lo menos 16 empleados en su embajada en La Habana, Cuba, los que han sido afectados por lo que ha sido descrito como un "ataque acústico".
Se ha especulado con que el “ataque” pudo haber sido efectuado con un dispositivo sónico que emite ondas sonoras inaudibles, causando la sordera de las víctimas.
Sin embargo, no se ha presentado evidencia alguna de la existencia de dicho aparato y Cuba niega estar involucrada.
Pero, ¿qué tan factible es un arma acústica de este tipo y qué efecto tendría sobre los humanos?
“Cañones de sonido”
Las armas sónicas existen. Varios países han experimentado con el uso de sonido como arma para repeler o inhabilitar a personas.
Las que se han desarrollado incluyen dispositivos de largo alcance, conocidos como “cañones de sonido” que pueden emitir un ruido alto y estridente que es capaz de afectar la audición humana hasta a 300 metros de distancia.
Se han utilizado en situaciones de guerra, como en Irak, para controlar multitudes en casos desorden cívico, como en Nueva Orleans tras el huracán Katrina, o para repeler atacantes como en el caso de los piratas somalíes que atacan barcos mercantes y de pasajeros.
Notablemente, el ejército de EE.UU. usó públicamente un cañón sonoro, también para dispersar manifestaciones del G20 en Pittsburgh en 2009.
Sonidos intensos pueden causar daños estructurales a los cilios receptores en el oído interno que convierten las ondas sonoras en actividad cerebral.
También hay evidencia que la exposición al ruido puede causar la degeneración de las fibras nerviosas que hacen contacto con esos cilios, lo que significa aún si esos cilios se mantiene intactos, la transmisión de información al cerebro puede quedar interrumpida.
Infrasonido
No obstante, las frecuencias bajas e inaudibles para los humanos no transmiten mucha energía mecánica hacia las partes sensibles del oído, así que los expertos creen que sería difícil utilizarlas para dañar la audición.
Para producir la suficiente energía para dañar la audición con bajas frecuencias se necesitarían artefactos muy aparatosos y, por ende, muy visibles.
Varios expertos contactados por BBC Mundo rehusaron comentar al respecto sugiriendo que la existencia de un arma o dispositivo que pueda generar sonidos inaudibles que produzcan los síntomas que manifiestan los diplomáticos estadounidenses está en el terreno de la especulación.
Pero no es especulación que los sonidos, ruidos y ondas sonoras pueden tener efectos físicos y psicológicos sobre los seres humanos.
Como indicamos anteriormente, eso es más evidente con los sonidos estridentes y de alta frecuencia y volumen.
Luego están los de baja frecuencia, como los ruidos sordos de un motor o el zumbido de una luz de neón, que también pueden producir jaquecas, nerviosismo y otros malestares.
Por último, están los sonidos que no son perceptibles al oído humano y se catalogan como infrasonidos.
No los podremos oír, pero siguen siendo ondas que desplazan por aire, se pueden sentir y pueden afectar el cuerpo.
Un ejemplo puede ser cuando se está a bordo de un barco crucero cuyo inmenso motor no necesariamente se escucha pero el cuerpo siente su profunda vibración.
Estudios
En 2011, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos emitieron un informe sobre los efectos de sonidos menores a 20 Hz (el umbral de la audición humana) titulado “Toxicología del infrasonido”.
En este confirmaron que el infrasonido podía producir fatiga, trastornos de sueño, pérdida auditiva, apatía, confusión, náuseas y desorientación.
Un reporte del doctor Jürgen Altmann, de la Universidad de Dortmund, en Alemania, publicado en 1999, abordó las teorías sobre las fuentes, propagación y efectos de las armas acústicas.
Altmann indicó que la investigación y el desarrollo de dichas armas estaba siendo llevada a cabo por parte de varios países, particularmente EE.UU., en su interés de desarrollar armas no letales, pero reconoció que no había mucha información pública ni detalles específicos al respecto.
También hizo referencia a dos artículos que aluden a las posibles investigaciones de Reino Unido y Japón sobre el tema, aunque señalaba que la energía necesaria para causar efectos drásticos en los seres humanos del infrasonido no era realista.
Los supuestos efectos de esa fuente de infrasonido incluirían vértigo, vómito, desequilibrio y espasmos intestinales.
Pero los efectos psicológicos del sonido han sido ampliamente explorados y utilizados en situaciones militares, particularmente cuando el ejército de EE.UU. tocó música de heavy metal a los prisioneros de la guerra en Irak en un intento de debilitarlos para que cooperaran durante sus interrogatorios.
La ficción del cine
Por otra parte, el uso de infrasonido ha sido explorados por la industria del cine en la reproducción sonora de sus películas.
Las nuevas tecnologías y creciente calidad acústica han hecho que el diseño sonoro de una película se haya convertido en una disciplina esencial de este arte.
La banda sonora ayuda a crear el ambiente y complementar la imagen visual.
Durante varios años se les ha estado añadiendo sonidos de muy baja frecuencia, casi inaudibles para los humanos pero que se pueden sentir y causar una serie de efectos como ansiedad, tristeza o miedo.
Estas pistas sonoras “escondidas” son particularmente usadas en las películas de suspense y horror.