Masacre en sede diplomática
El general Efraín Ríos Montt quedó excluido, debido a que, supuestamente, la justicia española no sustentó la petición.
De las cuatro órdenes de aprehensión giradas, sólo dos se hicieron efectivas ese día.
Mientras Chupina fue internado en un centro asistencial en Boca del Monte debido a su estado de salud, Guevara fue enviado al reclusorio Preventivo para Varones, de la zona 18.
Desde antes de las 6 horas, un contingente policial se hizo presente en las viviendas de los sindicados, pero no pudo allanarlas en búsqueda de éstos, debido a que no existía orden judicial.
Se ordena prisión
Guevara, de 81 años, se entregó a la Policía en Escuintla. Por la mañana, al salir de su vivienda, buscó un autopatrulla y expresó que se ponía a su disposición, pues sabía que había orden de captura en su contra.
A las 10 horas llegó a la Torre de Tribunales, y sus primeras palabras fueron: “No sabía que era tan famoso, y decidí entregarme, pues no debo nada”.
A las 10.30 horas se inició la audiencia, donde el tribunal le hizo saber el motivo de su detención; los jueces también le informaron que no entrarían a debatir el fondo de la petición española, sino que él debía presentar sus argumentos ante el Gobierno que lo estaba requiriendo.
El tribunal citó este extracto de los hechos que le imputa la Audiencia Nacional de España: “Cuando usted fungía como Ministro de la Defensa entretejió acciones para el exterminio de la etnia maya, además de amedrentar a todos los que les prestaban ayuda”.
En la sesión se percibió la ausencia del representante del Ministerio Público, quien, según palabras de la jueza Morelia Ríos, había declinado entrar en la audiencia.
José Toledo, abogado de Guevara, pidió una medida a favor de su cliente, con el argumento de que se presentó en forma voluntaria; tal petición no fue aceptada.
El tribunal le dictó prisión, y se ordenó su traslado al reclusorio Preventivo para Varones, de la zona 18, custodiado por varios agentes del Grupo de Acción Rápida.
“Presentaré una exhibición personal, pues mi cliente está detenido en forma ilegal. Además, no se le escuchó en su primera declaración. Dicen que lo remitirán a España, cuando no hay orden de extradición en su contra. Estoy estupefacto ante dicha resolución. No sé qué leyes se están aplicando, si las de Guatemala, las de España o las de Marte”, manifestó Toledo.
Guevara permaneció muy sereno durante la audiencia, pero, tras haber escuchado la resolución, no quiso pronunciar palabra. En su salida, lo único que comentó sobre la resolución fue: “Voy de vacaciones”.
De su casa al hospital
El otro general bajo arresto es Germán Chupina Barahona. Esa mañana se inició distinta para los habitantes de la zona 1, de Boca del Monte, luego que los primeros rayos de luz mostraran un despliegue policial masivo.
Los agentes rodearon la vivienda de Chupina, luego de haberse conocido que se había girado la orden de captura en su contra.
Vecinos y curiosos se acercaron hasta la casa del ex director de la PN, situada en la 1a. calle 8-80 de la zona 1, de Boca del Monte, porque deseaban conocer lo que sucedía con Chupina.
Aunque era conocido su mal estado de salud, no fue sino hasta las 8.30 horas cuando su médico, Verónica Barrera, afirmó que Chupina, de 86 años, padece infección gastrointestinal severa, la cual agravaba su cuadro de hipertensión y de neuritis periférica.
Barrera expresó que Chupina había pasado la noche del lunes último con náuseas y diarrea aguda, razón por la cual estaba deshidratado.
Su situación de salud complicaba la orden de las autoridades de ponerlo bajo arresto; por eso se pidió una ambulancia de la Policía, que se estacionó en la vivienda de Chupina a las 9.10 horas.
A las 9.17 llegó hasta el lugar su hija Margarita, junto con su esposo, quien expreso: “La situación dentro de la familia es tremenda; vinimos a prestarle todo el apoyo a mi papá”. Tres minutos más tarde arribó otro de sus hijos, Germán Armando.
A las 10 horas, Chupina fue retirado de su residencia por personal médico, con la asistencia de un tanque de oxígeno. Portaba pantuflas y un gorro de lana café, y lo cubría una manta azul.
Los agentes le informaron respecto de su orden de arresto, después de lo cual fue subido a la ambulancia policial y trasladado al Centro Médico Quirúrgico Fátima, a escasas cuadras de su residencia, en la zona 2 de Boca del Monte.
Mientras transportaban a Chupina, uno de sus hijos y su yerno forcejearon con periodistas, a fin de impedir que se captaran imágenes.
El sanatorio adonde se le trasladó cerró sus puertas a particulares; sólo permitió el ingreso a familiares y policías.
El ex funcionario permanecerá en ese nosocomio con un custodio personal y con unos 20 agentes en el perímetro de la clínica.
Capturas pendientes
El ex jefe de Estado Óscar Huberto Mejía Víctores se libró ese día de ser detenido por que el MP no tramitó con eficiencia la orden de allanamiento que autorizaba a la Policía entrar a su vivienda ubicada en la 6a. avenida y 12 calle zona 10.
Por su parte Pedro García Arredondo, ex jefe del Comando Seis, no fue localizado en ese momento en sus viviendas en el departamento de Santa Rosa.
Sin efecto proceso
Las diligencias solicitadas por la Audiencia Nacional española quedaron en suspenso definitivamente por una resolución de la Corte de Constitucionalidad el 28 de noviembre de 2007 justificando que el fallo del juzgado se basó en un acuerdo de la Corte Suprema de Justicia y no con base en el Tratado de Extradición suscrito entre Guatemala y España.
Pedro García Arredondo fue la única persona procesada y condenada por la masacre de la embajada de España. El juicio concluyó el 19 de enero de 2015 y se le sentenció a una condena de 90 años inconmutables.
Mejía Víctores y Chupina Barahona fallecieron sin ser procesados por este caso y otras denuncias de violaciones a los derechos humanos.