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Cobán Imperial recuerda el día que conquistó el título de monarca del futbol nacional

El 6 de junio de 2004 el club Cobán Imperial hizo historia al ganar al CSD Municipal y coronarse campeones del torneo Clausura 2004. Era la primera vez que un equipo de la provincia ganaba la corona de torneos cortos.

Los jugadores cobaneros se tiraron a la gramilla del estadio Mateo Flores para festejar el primer ti?tulo de su historia. (Foto: Hemeroteca PL)

Los jugadores cobaneros se tiraron a la gramilla del estadio Mateo Flores para festejar el primer ti?tulo de su historia. (Foto: Hemeroteca PL)

Tránsito Montepeque hizo realidad el sueño cobanero, ya que con un golazo en tiempo extra, sentenció la final del torneo Clausura 2004 y le dio al equipo de Alta Verapaz el primer título de su historia.

“Los Príncipes Azules” se convirtieron en reyes y dejaron en el camino a Municipal, que volvió a vivir con el gol de Cristian Chaparro, pero no le alcanzó y se resignó a ver celebrar a los cobaneros.

El partido de ida fue dominado por Cobán 3-2 y el de vuelta finalizó 2-2 para un global de 5-3 a favor del equipo que dirige el uruguayo Julio César Antúnez.

Con un marco impresionante de aficionados, que abarrotaron el estadio Mateo Flores, la final tuvo un sabor dramático, y por primera vez en la historia de los torneos cortos, un equipo departamental elevó la copa de campeón.


Cobán, bien parado

Municipal tomó la iniciativa tras el pitazo inicial y comenzó a presionar por las bandas con las veloces corridas de Freddy García, Dennis Chen y Carlos Figueroa, quien antes de llegar a los 6 minutos avisó con un fuerte disparo al marco defendido por Miguel Klee.

Cobán apostó a dejar a Walter Estrada como único hombre en punta y llenó de volantes el medio campo, responsabilidad que asumieron de forma efectiva César Trujillo, Horacio González y José Denis Conde.

Antúnez quería quitarle la pelota a los mediocampistas rojos, y lo logró, ya que Gonzalo Romero, máximo generador de fútbol del conjunto escarlata, fue anulado.

Esa fue la mayor virtud de los azules durante todo el partido, así como mantener lejos de la pelota a Mario Acevedo y Juan Carlos Plata, y a pesar de que esperaron siempre al rival, se mantuvieron muy concentrados en la línea defensiva que siempre comandó Eddy Cabrera.

Estrada golpea a los rojos

A los 34 minutos, el sueño cobanero comenzó a hacerse realidad con el gol de Estrada, quien era duda antes de iniciar el partido.

“El Brody” recibió un pase magistral de Ángel Sanabria y con un certero cabezazo venció a Paulo César Motta.

El silenció se apoderó de la mayoría de los aficionados rojos, pero 10 minutos después, un error de la defensa cobanera permitió que Carlos Figueroa recuperara un rebote y le diera oxígeno a su equipo antes de finalizar la primera parte.

Municipal toma el control

Tras el descanso, el técnico rojo, Ever Hugo Almeida, envió a la cancha al argentino Mauricio Risso y se la jugó con tres en punta.

Sacrificó a Freddy García y el equipo tomó el control absoluto del partido, ya que Cobán se replegó aún más y permitió que su rival tomara aire y, sobre todo, confianza.

Municipal dominó, pero no tuvo contundencia y Gonzalo Romero seguía jugando muy lejos de los delanteros, ya que en la mayor parte del partido hizo labor de sacrificio.

En el minuto 13, Eddy Cabrera asustó a Motta con un potente cabezazo, y al 19’, Hetzon Pereira envió un fuerte disparo sin consecuencias.

En los últimos 25 minutos del partido, Municipal mantuvo el dominio, pero Cobán no tenía intención de ceder y la defensa se mostró muy segura.

Acevedo peleaba, Plata empujaba y fue protagonista de la polémica, cuando fue derribado dentro del área por Sanabria, pero el árbitro Freddy Burgos no marcó el penalti.

Cobán volvía a frotarse las manos, pero al minuto 86 Cristian Chaparro, quien ingresó por Figueroa, metió a Municipal en la pelea nuevamente, ya que tras una pésima salida de Miguel Klee encontró el rebote, y con un disparo inclemente hizo soñar al pueblo rojo con el bicampeonato.


Montepeque vale oro

El minuto 97 quedará grabado en la mente de los cobaneros como el más alegre de su historia deportiva, ya que en una inspirada maniobra, Tránsito Montepeque se perfiló por la banda derecha, dejó sembrado a Marcelo Saraiva y batió a Motta que hizo contacto con la pelota pero no pudo evitar la anotación.

El anhelo cobanero se hizo realidad y la celebración estalló. Los jugadores, Antúnez, la gente, una combinación ganadora y al final, la vuelta olímpica, así como el beso a la copa que viajó más de 200 kilómetros, hasta la eterna ciudad de Carlos V.

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