El teniente Baudilio Hichos, jefe de la Guardia de Hacienda, mostró en su momento a los periodistas la patente del ingreso de la mercadería. Se observó que estaba autorizado el ingreso al país de diez televisores usados, cuando en realidad los agentes policiacos encontraron más de cien aparatos.
Las capturas
Así como los televisores en la patente, estaba adulterada toda la mercadería. A la Central Regional de la Guardia de Hacienda acudió el general Guillermo Echeverría Vielman, director general de dicha institución, quien hizo llamar al director general de aduanas, Armando Castro, para que personalmente verificara que sus empleados habían cometido un ilícito.
El millonario contrabando procedente de los Estados Unidos fue descubierto en el puesto de registro de la zona 11, lugar por el que circulaba un furgón sin placas. El piloto, al observar la presencia de las fuerzas de seguridad, se dio a la fuga abandonando el camión junto a la señora Alma Floricelda Butz, quien lo acompañaba y era propietaria de la mercadería. Fue detenida y consignada a los tribunales de justicia.
Efectivos de la Guardia de Hacienda estimaron que lo incautado ascendía a más de seis millones de dólares. Dentro de la mercadería figuraban televisores, máquinas de coser eléctricas, máquinas de escribir, radiograbadoras, minicomponentes, videograbadoras, lavadoras y otros electrodomésticos.
Durante esos días ocurrió otro caso similar. La Guardia de Hacienda, con servicios en diferentes regiones del país, logró decomisar lotes de mercadería de diversa clase con avalúo total de Q1,367.50, los cuales ingresaron de contrabando al país procedentes de México. Por tal delito fueron detenidas en jurisdicción de Tecún Umán, San Marcos, tres personas, las que fueron consignadas al juzgado de paz respectivo.