Según el desaparecido historiador Haroldo Rodas, el origen de la presencia de la expresión de dolor en las imágenes de la Virgen se remota a la época medieval.
En un principio la Virgen era representada con siete espadas que evocaban cada uno de los dolores que sufrió en la Tierra. Más adelante se le dejó con una daga, cuyo significado se tomó del evangelio con la presentación del Niño en el templo, cuando Simeón dijo a María (Lucas 2.35) “una espada traspasará tu alma”.
En España, que trasladó a América gran parte de sus tradiciones, el culto a la Dolorosa se inició aproximadamente en el siglo XI, pero su apogeo se vio durante el renacimiento, en el siglo XVI y en las centurias posteriores. La península exaltó a la Virgen en gran parte de su territorio.
Presencia en Guatemala
Como producto de lo anterior, los españoles trajeron a suelo americano la exaltación mariana, siendo muy popular la de la Dolorosa. El culto en Guatemala arranca desde el siglo XVII y ocupa junto a la Virgen de Concepción, el mayor número de representaciones artísticas que se dieron en el periodo hispánico.
En el siglo XVIII los sastres tomaron a la Dolorosa como su patrona, título que aún posee.
Una de las esculturas más antiguas es la de la Virgen de Dolores del Templo de Santo Domingo, conocida también como Soledad cuyo origen se remonta a finales del siglo XVI.
Por su parte la Virgen de los Dolores del Manchén, que se encuentra en la Parroquia de San Sebastián de la capital guatemalteca, dicha imagen tiene el honor de ser la primera imágen mariana consagrada y coronada, hecho que tuvo lugar en 1738. Tenía una ermita al pie del Cerro del Manchén en la hoy Antigua Guatemala.
Su rostro lleno de lágrimas y ceño suavemente fruncido le dan el dramatismo con el que el artista sublimó el dolor. Presenta unos bellos ojos azules, resultado de una modificación posterior.
Otra de las extraordinarias obras que legaron los escultores guatemaltecos es la Dolorosa de la Escuela de Cristo, Antigua Guatemala. Está atribuida a Pedro de Mendoza, artista del siglo XVII. Su rostro moreno posee el dramatismo y la perfección del dolor.
Un rasgo típico de las imágenes de la Dolorosa en Guatemala es que posee los brazos abiertos en señal de dolor. Cuando la Virgen posee las manos juntas es conocida como Virgen de Soledad y que sale en procesión el día Viernes Santo y Sábado Santo vistiendo riguroso luto.
Se pueden mencionar innumerables imágenes de Dolorosas, cada una es una talla única con su historia personal, realizadas con maestría por los maestros escultores en diferentes épocas.
En todo el mes de septiembre las hermandades y agrupaciones dedican cultos a la imagen de la Virgen de Dolores, actividades que se han convertido en una tradición arraigada en los últimos años.