Para los guatemaltecos, la presencia del diablo en su cultura tal y como lo concibe la religio?n cato?lica, llego? en el momento de la conquista.
La ensen?anza se basa en la Biblia, cuando dice que Jesu?s fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo.
Segu?n la Biblia, despue?s que Jesu?s ayuno? 40 di?as y 40 noches tuvo hambre y el diablo le dijo que convirtiera una piedra en pan. “No so?lo de pan vivira? el hombre”, le respondio? Jesu?s. Despue?s, el diablo se llevo? a Jesu?s a la ciudad Santa y lo subio? al pina?culo del templo. “Si eres hijo de Dios, e?chate abajo”, le dijo. Tambie?n, lo llevo? a lo alto de un monte, le mostro? todos los reinos del mundo y se los ofrecio? a cambio de que lo adorara. “Vete. So?lo a Dios adorara?s y servira?s”, le dijo Jesu?s.
De acuerdo a la iglesia cato?lica, el defensor de la Iglesia es San Miguel Arca?ngel. El nos defiende en el combate contra la perversidad y acechanza del demonio, cuenta una oracio?n piadosa.
San Miguel es el pri?ncipe de la milicia celestial. Con su poder puede mandar al infierno a Satana?s, quien, para perdicio?n de las almas, vaga por el mundo, según la creencia religiosa.
La explicacio?n anterior la podemos ver materializada en algunas esculturas de San Miguel Arca?ngel. Una de ellas esta? en la iglesia de Totonicapa?n. Es una escultura de San Miguel, quien en posicio?n de lucha blande su espada y la inserta en el cuerpo del Diablo, al cual vence. El movimiento y fuerza del conjunto esculto?rico representa la lucha entre el bien y el mal.
Otra de las facetas importantes de la presencia de este ser en la cultura guatemalteca, es la creencia y adhesio?n a e?l. Segu?n la obra La Inquisicio?n en Guatemala, de Ernesto Chinchilla Aguilar, existe desde la e?poca colonial.
Los hombres de?biles, los necesitados y ambiciosos, son fa?cil presa para ser tentados por el diablo. Durante la Colonia fueron presentadas al Santo Oficio de la Inquisicio?n 13 denuncias de personas que teni?an pacto con el diablo, dice el investigador.
De esa cuenta tenernos que en 1779, en la Nueva Guatemala, les fue levantada denuncia a Santos Castillo, Gregorio Herna?ndez (alias Tunche) y Diego Arazola (alias Mazate), por hechiceros y supersticiosos. El parte deci?a que Tunche, un pintor, hizo un demonio y lo adoraba encendie?ndole velas al reve?s.
Sin embargo, aparte del sentido propiamente religioso y animi?stico que el diablo tiene en la ciudadani?a, sea e?ste de una religio?n u otra, su presencia esta? arraigada dentro del folklore popular.
Segu?n nos cuenta la antropo?loga Ofelia Columba De?leon Mele?ndez, en su estudio acerca de las Fiestas Populares de Guatemala: Una aproximacio?n Histo?rica y Etnogra?fica, el ciclo naviden?o incluye las festividades de la “quema del diablo”.
Dice la antropo?loga que esta manifestacio?n cultural se realiza anualmente el 7 de diciembre a las 6:00 de la tarde en los barrios populares de la capital y por imitacio?n en los barrios no populares.
De la forma como se celebra esta tradicio?n, no vamos a entrar en detalles, porque la mayori?a la conocemos; sin embargo, vale decir que dentro del contexto religioso y sus ori?genes esta? muy ligada al di?a de la Virgen de Concepcio?n.
Cara de a?ngel tambie?n danza
Pero el diablo tambie?n esta? presente en la danza. De acuerdo al investigador Marcial Armas Lara y su obra El Renacimiento de la Danza en Guatemala y el origen de la Marimba hacia 1929, en la poblacio?n de San Antonio Aguas Calientes, Sacatepe?quez, era montado el baile de los 7 pecados capitales.
En una oportunidad que el investigador estuvo en ese lugar, despue?s de salir de los oficios religiosos se dio cuenta que, como salido de la tierra, aparecio? un hombre disfrazado de diablo con una corona. Atra?s veni?an otros 7 diablos, un a?ngel y dos micos.
Describe el autor del estudio que la vestimenta del diablo mayor, aparentemente el rey, consisti?a en una ma?scara color rojo, negro y verde; un pantalo?n y camisa rojos, y una cabellera de pita color naranja y rizada.
Adema?s, todos los diablos llevaban una capa negra, pero no todos teni?an corona, aunque si? una larga cola que en la punta llevaba varios cascabeles que sonaban cuando danzaban.
Segu?n el autor, el baile fue arreglado por un sacerdote cato?lico con el fin de ensen?ar, de manera gra?fica, los 7 pecados capitales que pierden al hombre: la soberbia, la gula, la pereza, la ira, la lujuria y la envidia.
Cabe decir que este baile au?n se realiza en Ciudad Vieja, Sacatepe?quez. Antes del rezado de Concepcio?n, se puede ver el baile de los diablos que acompan?an el cortejo y ejecutan sus propias melodi?as.
Por otro lado, Celso Lara en su obra Leyendas y Casos de la Tradicio?n Oral de la Ciudad de Guatemala, registra varias leyendas relacionadas con el diablo, por ejemplo Los viernes del diablo, El diablo burlado, El diablo de la tinaja, y otros.