Toda mención que se haga en tales situaciones, será siempre el resultante de maniobras tendenciosas de los enemigos de nuestro movimiento. Estos enemigos que acechan en las fronteras del Caribe, y que persiguen desorientar y desvirtuar los altos contenidos sociales de la revolución, indicó Guevara.
“Estamos en plena labor de organización. Nada tengo que ver con lo que se dice en Guatemala ni lo que menciona su gobierno. Estaré siempre contra la opresión de los pueblos y la implantación o funcionamiento de gobiernos dictatoriales, pero en este caso – sonríe probando un habano- Guatemala no está en estas condiciones”.
El reportero Benjamín Paniagua tuvo la oportunidad de entrevistar a Guevara en una de las antesalas del Palacio Nacional del país caribeño. Al entrevistado se le hizo saber de que en Guatemala se tenía conocimiento por datos que obraban en el poder del gobierno, que algunos exiliados guatemaltecos y algunos mercenarios de otros países habían solicitado al comandante Guevara y al comandante Raúl Castro (hoy presidente de Cuba) ayuda económica, armas, aviones y hombres para invadir Guatemala con el objeto de derrocar al gobierno del general Miguel Ydígoras Fuentes.
Guevara respondió: “De ninguna manera podríamos acceder a estas cosas, y no sé que se haya pedido algo de esto, para derrocar a su gobierno. Nosotros conocemos los problemas generales de otros países, sabemos de los pueblos atormentados por gobiernos déspotas. Oye: no nos metemos en los asuntos internos de nadie”.
El gobernante actual de Guatemala (en referencia a Ydígoras) es producto de una elección popular, y no se puede decir que allá exista despotismo o dictadura; es un gobierno constitucional que desarrolla una democracia. Podrá haber algunas divergencias de tipo personal. Pero hasta allí. Somos respetuosos de las elecciones democráticas de los pueblos, indicó el Che.
Ya te dije, continúa, que estamos aún en el frente, de pie, preparados y preparándonos para defender la revolución cubana, y tú sabes, che, que los derrotados, los que vinieron a la sombra de tantos privilegios, los enemigos del pueblo, están hoy más enemigos que nunca y estamos dispuestos a destruirles en el caso de que desembarquen en nuestras costas o se muevan dentro del territorio nacional para subvertir el actual orden democrático popular de Cuba.
Ahora, Che Guevara, volvemos a preguntarle, se dice que vos adelantaste, como ayuda económica para compra de armas y aviones la suma de diez mil pesos cubanos a exiliados Guatemaltecos. ¿Es cierto esto?. Es irrisorio, responde sonriendo y dándonos un puño en las rodillas, Tú sabes que esta suma no es nada para tales fines. Con esto no se compra nada. ¿Tú sabes lo que valen unas cuantas armas modernas? ¿Lo que valen los aviones de guerra? ¿Y todo lo que cuesta eso? No hay tales adelantos ni tales sumas.
Mirá, añade, ya te diste cuenta de este proceso revolucionario cubano: no queda tiempo para nada ni para nadie fuera de nuestras fronteras, fuera de nuestra isla. Aquí estamos empeñados en una reforma total de sistemas. Estamos con una reforma agraria que exige toda nuestra atención, estamos devolviéndole al pueblo sus derechos cívicos y materiales. Esta es la revolución del pueblo, che, y a ella servimos complacidos porque ella es parte nuestra. Porque por ella luchamos.
El reportero insiste en preguntarle a Guevara sobre la compra de aviones. Che, sobre esta compra de aviones, se sabe en Guatemala y es del conocimiento del presidente Ydígoras Fuentes, que por lo menos se ayudó para la compra de un avión C-47 en Miami. ¿Qué nos dices de esto?
El comandante Guevara se para, y nosotros hacemos lo mismo, esperando la respuesta y luego de ponernos una mano en el hombro, contesta: Ya dije que estamos a todo esto, no sabemos nada de esto, Raúl y yo. A quienes se nos menciona allá, estamos alejados de estos chismes. Ese avión o esos aviones ya los quisiéramos para nosotros.
Cuando les dije que estamos en plena organización, añade, me refiero a que esto incluye el renglón principal de la modelación económica de Cuba para su pueblo. Estamos en lucha contra los privilegios para que este gran pueblo goce de los mismos derechos que sólo eran tributo único para ciertas clases y para el círculo de la horrenda dictadura de Batista.
En un momento de silencio, recordamos que el pueblo cubano está contribuyendo con lo que puede para ayudar al gobierno de Fidel a la compra de armas y aviones destinados a contrarrestar una posible invasión a la isla. Hemos visto alcancías en las ventas de café, bares, hoteles, almacenes con la leyenda que dice: “Deposite aquí su ayuda para comprar armas y avioens para defender a Cuba”. En las escuelas, los alumnos llevan los centavos que les dan para sus dulces y los entregan a sus maestros para la ayuda que se pide.
El Che Guevara se despide del reportero y le indica: Esas son maniobras de los batisteros que están en tu país; en otros países de la cuenca del Caribe. Pero estos no volverán nunca a ensangrentar y a aterrorizar al pueblo, porque estamos dispuestos a hacerles morder el polvo. Estos son los que quieren desvirtuar los nobles ideales de los personajes de nuestro movimiento. Hay que tener cuidado con éstos.
El comandante se aleja de los reporteros diciendo adiós con la mano, que se envuelve con los soplos del humo de su cigarro habano.