Los seis infantes y su madre están en buenas condiciones de salud, según informes de nuestro corresponsal en Retalhuleu, Edgar Octavio Girón Castillo.
María Ixcoy y su marido, Pascual Andrés, regresaban a Quiché, después de trabajar en una algodonera de la región, cuando la señora comenzó a sentir los dolores del parto. El camión transitaba, entonces, en el kilómetro 278 de la ruta al Pacífico.
El camión llegó a San Sebastián y otros pasajeros buscaron los servicios de la comadrona titulada Rosa Valdés Gómez, quien acudió a atender el parto a las diez de la noche.
Alas 10.30 nació el primer varón. Y a intervalos sucesivos, vinieron al mundo cuatro varones más, ante la sorpresa del padre, los dolores de la madre, el interés de los pasajeros y el nerviosismo de la comadrona “que no hallaba que hacer”.
La última en nacer fue la niña. Su alumbramiento ocurrió a las tres de la mañana.
Trapos para envolverlos
Los pasajeros, solícitos, entregaban trozos de su ropa para envolver a las criaturas, mientras buscaban acomodo a los recién nacidos en la cabina del camión.
La comadrona Valdés Gómez, declaró al corresponsal de PRENSA LIBRE en Retalhuleu, que tanto los recién nacidos como la madre estaban en buenas condiciones de salud.
El padre de los séxtuples, no quiso que su mujer y sus hijos fueran hospitalizados. Dijo “es urgente llegar a mi tierra”.
La madre dio señales de su fortaleza al subirse al camión y sentarse en la cabina, dispuesta a seguir el viaje.
Es el primer caso de séxtuples que se da en Guatemala.
Con pocas posibilidades
El 23 de septiembre del mismo año, se publicó la opinión de varios médicos sobre el parto múltiple.
Muy remotas son las posibilidades de vivir que puedan tener, los niños séxtuples, nacidos en las primeras horas del jueves pasado (21 de septiembre de 1978) en San Sebastián, Retalhuleu. Las condiciones en que nacieron, totalmente adversas, inciden en la anterior apreciación.
El doctor Edgar Rolando Berganza Bocaleti , entonces jefe de residentes del Departamento de Pediatría del Hospital Roosevelt, enterado del múltiple alumbramiento en aquella localidad sureña, calificó de altísimo riesgo de muerte el casa de los infantes.
“No quiero pecar de pesimista, dijo el doctor Berganza Bocaletti, pero con todos los factores en su contra nada bueno puede esperarse. Incluso, creo, que en este momento ya se esté lamentando la muerte de algunos de ellos”.
Podrían morir
Los seis niños, como se informó en su oportunidad, nacieron con muy bajo peso, en condiciones totalmente antihigiénicas, sin los cuidados propios de su condición de recién nacidos y con una baja alimentación adecuada.
A lo anterior, el jefe del departamento de pediatría del Hospital Roosevelt agregó que el aspecto ambiental (cambio brusco de clima) y del manipuleo a que fueron expuestos, por manos inexpertas, en el período postnatal, complementan las malas condiciones en que vinieron al mundo.
El doctor Edgar Hidalgo, médico interno del departamento de recién nacidos del Hospital General San Juan de Dios, enterado de lo anterior, dio unas cuantas horas de vida a los bebés del séxtuple alumbramiento.
Sin rastro de los niños
El 25 de septiembre, los sixtillizos junto con sus padres “se hicieron humo”. Nadie los había visto en la Costa Sur, donde nacieron debajo del mismo camión que había llevado a sus padres a las fincas cultivadoras de algodón.
Ni en Quetzaltenango ni en ningún municipio cercano a la cabecera de Retalhuleu dieron con su paradero.
Nadie conocía a la pareja, y menos porque provenían de San Pedro Jocopilas, Quiché. Además, no hablaban español y tampoco le importaba al propietario de la finca algodonera a donde fueron a servir de jornaleros el estado de gestación de la mujer.
Prensa Libre intentó darles seguimiento en Quiché, concretamente en el municipio de Jocopilas.
Los vieron
Hermán Blanco Natareno, jefe de la oficina de Correos y Telégrafos de San Pedro Jocopilas, aseguró que había visto a los Andrés Ixcoy en esa localidad. Sin embargo, su testimonio fue desacreditado por varios vecinos, quienes siempre lo habían tildado de “mentiroso”. Sin embargo, Blanco aseguraba haber visto a la pareja.
Blanco Natareno aseguró haberlos visto en Santa Cruz del Quiché “como a las tres y media de la tarde del viernes” cuando, en una tiendecita de la terminal de buses los padres “comían chuchitos”.
Blanco Natareno aseguró que “tenían a las criaturas en sus brazos, envueltas en trapos” y parecían “temerosos de las miradas de la gente, como si quisieran ocultarse a los curiosos”.
La pareja fue rastreada en varios caseríos del municipio, pero por lo distante unos de otros fue imposible dar con ella.
Finalmente, nadie dijo conocer a los padres de los sixtillizos, y que el apellido de ambos tampoco figuraba en los registros civiles del municipio.
Con el afán de que se presentaran, una radioemisora comunitaria empezó a recolectar ropa y víveres, pero fue en vano.
Quizás los niños ya habían muerto.
https://www.youtube.com/watch?v=N1y_J9Pwdvs
Hombre abandona a mujer al enterarse de que está embarazada de sextillizos. (Video: tomado de Youtube)