La nota periodística de Prensa Libre del día 6 de mayo de 1966 daba detalles del comienzo de labores del Legislativo: “Este congreso, como depositario de la confianza del pueblo de Guatemala, tiene plena conciencia de su alta responsabilidad y sabrá corresponder a ella, poniendo al servicio de ese pueblo todos los esfuerzos y sacrificios que fueren necesarios, para cumplir con el alto mando que se le ha otorgado”.
Con estas palabras terminó su discurso el licenciado Mario Fuentes Pieruccini, electo ayer, Presidente del Congreso. A las 7.30 horas se inició la última sesión de la Asamblea Constituyente, con asistencia de 55 diputados, antes de disolverse para que quedara instalado el congreso de la república.
El acto dio principio con la lectura del acta de la sesión anterior y su aprobación, y después se procedió a la aprobación, y después se procedió a la aprobación de los decretos emitidos desde el 15 de septiembre de 1965 a la fecha.
Luego de ingresar los pabellones los diputados electos, de pie, se les tomó la protesta de ley y juraron cumplir la constitución de la república, la que desde hoy marca el inicio de la nueva institucionalidad en nuestro país.
El licenciado Vicente Díaz Samayoa, antes de declarar clausurada la constituyente, pronunció un discurso, en el cual manifestó que terminaba una etapa fundamental del proceso establecido por la constituyente, para reencauzar a Guatemala por las vías de la institucionalidad.
Antecedentes
Con la premisa de erradicar el comunismo y la imposibilidad de retomar el control del país para evitar un conflicto interno y la posibilidad de que se establezca en Guatemala un Gobierno extremista dentro del marco actual constitucional, el Ejército tomó el poder para garantizar a los habitantes de la república y el mantenimiento del orden y de la tranquilidad.
Una de las medidas impuestas por el nuevo régimen fue el derogar la Constitución promulgada en 1956 bajo el gobierno de Castillo Armas. Además del cierre de espacios políticos a la izquierda.
En 1965 convoca a elecciones para formar la Asamblea Nacional Constituyente y promulgar una nueva Constitución Política, a dicha asamblea únicamente participaron dos partidos, el Movimiento de Liberación Nacional -MLN- y el Partido Revolucionario -PR-.
Características de la nueva carta magna
Esta nueva constitución constaba de 282 artículos, profundizando en el combate al Comunismo, liberar de impuestos a las universidades privadas y a la USAC entre otras medidas. Se establecía el sufragio universal y secreto, obligatorio para quienes supieran leer y escribir, pero optativo para los analfabetos.
El Estado garantizaba el libre funcionamiento de los partidos políticos cuyas normas y principios fueran democráticos, y estaba prohibida la formación de entidades que sustentaran la ideología comunista o que, por esa doctrina, medios e acción o vinculaciones internacionales, “atenten contra la soberanía del Estado” o “la organización democrática” (artículo 27).
Además se reducía el periodo presidencial a cuatro años y se mantenía la no reelección y se instituyó el cargo de vicepresidente de la República.
En 1982 es derogada esta Constitución por el gobierno de facto del general Efraín Ríos Montt quien proclama un Estatuto Fundamental de Gobierno el cual cobra vigencia hasta el 8 de agosto de 1983 cuando es derrocado por el general Óscar Mejía Víctores. Este último convoca a una nueva Asamblea Nacional Constituyente en 1985 la cual proclama la Constitución que se mantiene vigente en el país desde enero de 1986.