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1993: ex vicemandatario Gustavo Espina sale al exilio 

El ex vicegobernante Gustavo Espina salió el 11 de junio de 1993 a Costa Rica, luego de haber permanecido asilado en la embajada de ese país por tres días.

El ex vicepresidente Gustavo Espina se despide de un reportero antes de salir al exilio a Costa Rica, el 11 de junio de 1993. (Foto: Hemeroteca PL)

El ex vicepresidente Gustavo Espina se despide de un reportero antes de salir al exilio a Costa Rica, el 11 de junio de 1993. (Foto: Hemeroteca PL)

Un tribunal giró orden de captura contra Espina Salguero, tras ser acusado por el Ministerio Público (MP) de la comisión de 11 delitos, entre los cuales figuran flagrantes violaciones a la Constitución Política, por avalar el golpe de Estado del presidente, Jorge Serrano Elías, el 25 de mayo de ese año.


La nota publicada en Prensa Libre el 12 de junio de ese año indicaba:  “Me siento triste”… fue la última expresión, que con voz quebrantada, dijo el ex vicepresidente, antes de abordar el avión comercial que lo transportó al citado país centroamericano.

En un vehículo de esa representación diplomática y acompañado por funcionarios de la misma, Espina Salguero fue llevado al aeropuerto internacional La Aurora, zona 13.

Por varios minutos permaneció en el salón de protocolo de la terminal aérea, en tanto llegaba la hora de alzar vuelo.
Asimismo, se estableció que Espina Salguero viajó con toda su familia al vecino país.

En Costa Rica

Espina llegó por la noche a Costa Rica, donde fue recibido, como parte de los tratados de derechos humanos firmados por Guatemala y Costa Rica.

Espina Salguero fue destituido el 1 de junio de ese año por haber apoyado el autogolpe de Serrano Elías. El entonces presidente Ramiro de León Carpio le extendió un salvoconducto a Espina Salguero, luego de que éste se asilara durante tres días en la Embajada de Costa Rica. El gobierno de ese país hizo la petición formal.

Se descarta extradición

El entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Juan José Rodil Peralta, comentó que con la autorización del salvoconducto a favor de Espina Salguero, prácticamente se descartaba la posibilidad de extraditarlo, porque el Estado asilante generalmente no accede.

“Efectivamente, cuando una persona está arraigada no puede salir del país, excepto cuando un país amigo, que ha signado convención de asilo, protege al acusado”. Es, entonces, “potestad del gobierno de la República otorgar el salvoconducto”, añadió.

Agregó que “son convenciones internacionales de asilo que Guatemala reconoce constitucionalmente, pero no es
opinión nuestra, sino facultad del Organismo Ejecutivo”.

El retorno

Espina Salguero decidió volver al país el 7 de marzo de 1995, luego de dos años de asilo en Costa Rica. En la edición del 8 de marzo de ese año se publicó sobre su retorno e inmediata prisión luego de haber pisado suelo guatemalteco.
La nota hizo referencia a la aprobación que los sectores políticos dieron a la decisión de Espina de entregarse a las autoridades de Guatemala. Él, como indicó ese día, al haber renunciado al asilo político “había comprado un boleto sin retorno a Costa Rica”.

Varios dirigentes políticos y funcionarios públicos expresaron el 8 de marzo de 1995 su sorpresa por la llegada del ex vicepresidente Gustavo Espina Salguero, y destacaron que su entrega a la justicia es correcta y amerita el reconocimiento de la comunidad guatemalteca.

El entonces presidente de la República, Ramiro de León Carpio, quien se encontraba en Holanda, dijo que para él era una sorpresa la llegada a Guatemala del ex vicepresidente Espina.

Destacó que no tenía información o detalles de lo que ocurría en relación a ese caso, pero que la acción de enfrentar a la justicia era buena.

La ministra de Relaciones Exteriores, Marithza Ruiz de Vielmann, expresó que la entrega de Espina refleja que hay confianza en la administración de justicia. Si él no tuviera confianza en la justicia, enfatizó, no se habría presentado.

Acto noble de Espina

El vocero del Partido de Avanzada Nacional, PAN, Ricardo de La Torre Jimeno, destacó que la llegada de Espina es un acto noble y refleja su buena voluntad de querer aclarar su situación de una vez por todas.

Destacó que el ex vicepresidente pudo permanecer en Costa Rica durante varios años y continuar viviendo decorosamente, pero el amor a su patria lo hizo renunciar al exilio para enfrentar a la justicia. Ojalá, puntualizó, que estos hechos sean tomados en consideración por los tribunales.

El Procurador de los Derechos Humanos, doctor Jorge Mario García Laguardia, por su parte, dijo que el retorno al país del ex vicepresidente Espina Salguero para someterse a la justicia guatemalteca, se puede considerar como un elemento positivo que contribuye a fortalecer el proceso democrático.

El magistrado de conciencia informó que, a solicitud del ex vicepresidente, personal de su institución acudió al tribunal donde se le indagó, verificando que se cumpliera con respetar su derecho a ser juzgado.

Dijo que valoró la decisión tomada por el Espina Salguero, pues ello demuestra que cree en el sistema de Derecho que tenemos y que es pieza fundamental del sistema democrático que tratamos de consolidar.

Ese día del retorno, juristas y expertos opinaron que Espina debía ser juzgado conforme lo estipulaba el Código Procesal Penal.

Espina fue recluido en el Centro de Detención Preventiva de la Zona 18. Finalmente,  por haber violado la Constitución al actuar en actos contrarios al régimen institucional y participar en otros ilegítimos realizados por el presidente Jorge Serrano Elías, Espina Salguero fue condenado el 22 de julio de 1997 a cuatro años de prisión conmutables, a razón de Q5 diarios.

Con dos votos en contra y uno a favor, el Tribunal Cuarto de Sentencia emitió el fallo condenatorio, con el cual se culminó la primera fase del proceso legal iniciado el 7 de marzo de 1995, que fue producto del rompimiento del orden constitucional, la mañana del 25 de mayo de 1993, y Serrano dispuso cerrar el Congreso y la Corte Suprema de Justicia.
Serrano Elías aún permanece en Panamá, donde se asiló luego de haber roto el orden constitucional.
La orden de captura en su contra todavía está vigente en Guatemala.

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