La onda expansiva se sintió a seis kilómetros a la redonda y ocasionó la muerte de 15 personas, así como112 heridos.
Los hechos
La explosión amenazó con alcanzar otras bodegas que contenían hidrocarburo líquido y altamente volátil. Si el fuego hubiera alcanzado esos productos, la tragedia habría sido de incalculables pérdidas humanas, expresó el director de la Empresa Portuaria Santo Tomás de Castilla, Ángel Arturo González.
Vecinos que fueron afectados relataron que en aquella ocasión tras la explosión, se había producido en sismo de gran intensidad, por lo cual unas 600 personas abandonaron sus hogares.
Las llamas producidas por la fuerte explosión habían sido controladas en un 80 por ciento a eso de las 20 horas por unos 600 bomberos, con el apoyo de unidades de rescate, y ocho expertos en desastres, dijo González.
Autoridades de la Base Naval del Atlántico y empleados de gasolineras y la petrolera Basic Resources combatieron las llamas con espuma.
Al día siguiente se pudo constatar realmente los daños ocasionados por la explosión, ya que el área parecía una zona de guerra, donde se apreciaban los daños, entre los cuales se podía ver el edificio de la Zolic totalmente destruido, vehículos particulares convertidos en chatarra, viviendas cercanas destruidas en su totalidad a causa de la onda expansiva, y en la cinta asfáltica se podía ver escombros.
El lugar era desolador. “Esto parece una zona de guerra”, comentó un periodista de la televisión salvadoreña que viajó para cubrir la noticia, mientras cuerpos de socorro buscaban dentro de los escombros cadáveres, sin ningún resultado.
Luego de 18 horas las autoridades culminaban las primeras investigaciones sin establecer plenamente el origen de la explosión y posterior incendio que destruyó principalmente las principales bodegas de Zolic.
Al ser entrevistado por Prensa Libre Edwin Noé Beteta Gudiel, director de la Séptima Compañía de Bomberos Voluntarios, indicó que esos siniestros sólo se daban por negligencias, inexperiencia o incompetencia.
Sin seguridad
Un alto oficial de la Base naval dijo que debido a la que empresa Zolic no contaba con un programa de eguridad industrial, se le debía exigir que colocara hidrantes, pues la empresa estaba en cero. Raúl Aldana, gobernador de Izabal, dijo que en adelante Zolic se le debería exigir el cumplimiento de normas de seguridad industrial.
Esto debido a que Zolic sabía que el material que almacenaban era peligroso ya que dentro de las bodegas se almacenaba químicos como clorato, materia prima para fabricación de fósforos, también había soda cáustica, pacas de algodón, licor y otros materiales.
Origen desconocido
Dos versiones circularon en esa ocasión respecto al origen del fuego; unos decían que se realizaban trabajos de soldadura en una cisterna y otros en un montacargas, y que era lo que había provocado una chispa; esto no fue comprobado.
Unos 3 mil 500 empleados de Zolic abandonaron sus trabajos, y luego se produjeron nueve explosiones acompañadas de un gigantesco hongo de humo negro.
Los pobladores de Santo Tomas de Castilla, Puerto Barrios, dijeron que la explosión hizo que temblara la tierra y que había sido sensible a unos 14 kilómetros a la redonda.
Maribel Rodriguez dijo “Oí la explosión y luego algo me lanzó al suelo, junto a mi hija. Al levantarme, ella estaba inconsciente y con sangre en la carita, por lo cual fue trasladada en helicóptero a la capital.
Otras explosiones industriales
El 28 de marzo de 1995 se produce una fuerte explosión en un hangar de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG) del aeropuerto Internacional La Aurora, propiedad del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Guatemala, donde se almacenaba pertrechos militares. La fuerte explosión dejó tres personas muertas y 21 heridos y pérdidas estimadas en Q20 millones.
El 18 de junio 2005, el polvorín de la brigada militar Mariscal Zavala, zona 17, estalló a eso de las 23 horas. En ese lugar se encontraba almacenada gran cantidad de municiones, según informo el capitán Marlos Mayén.Los habitantes del lugar fueron evacuados debido al denso humo que emanaba de la explosión.
Las explosiones comenzaron a las 23 horas y cesaron dos horas después. Al lugar se presentaron cuerpos de socorro quienes evacuaron en la madrugada a 700 personas a las cuales llevaron al Estadio del Ejército.
Cuatro días después de haberse producido las explosiones, un denso humo continuaba en el lugar donde habían estallado municiones calibre 120, 60 y 105 cuya fabricación es a base de fósforo blanco, altamente peligroso.
No hubo víctimas qué lamentar dijo entonces el ministro de Gobernación, Carlos Vielmann.